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  • Diario Digital | viernes, 19 de abril de 2024
  • Actualizado 12:31

Más policías y mejor preparados

Más policías y mejor preparados

Lo que sucede en el municipio de Porongo, Santa Cruz, se replica en muchos de los más de 300 que tiene el país: la insuficiente cantidad de policías para una determinada población. Además, los uniformados no están debidamente equipados y su armamento es obsoleto. En algunos casos ellos mismos deben comprar los proyectiles.

El alcalde de Porongo, Neptaly Mendoza, informó que tras el asesinato de dos policías y un voluntario del Gacip, se declaró duelo y emergencia en ese municipio, y añadió que apenas cuentan con 10 efectivos del verde olivo para una población de 25 mil personas.

El dato que difundió el alcalde de Porongo da cuenta de que hay un policía por cada 2.500 habitantes, cuando la normativa internacional recomienda que la relación sea de uno por 250. El caso de este municipio, como sucede en muchos otros, es sumamente precario y preocupante, porque es difícil combatir la delincuencia cuando hay pocos recursos humanos y materiales para hacerlo.

Información difundida por el portal La Pública puntualiza que, en La Paz, hay un policía para 350 habitantes, mientras que en Cochabamba la relación es de uno por cada 444 personas, y en Santa Cruz un policía por casi 700 personas.

En las provincias, la desproporción de habitantes con el número de policías es aún mayor. Hay un efectivo para casi 1.300 personas.

Lo que sucedió en Porongo debe servir para identificar las carencias que se observan en la Policía Boliviana con el objetivo de subsanarlas. Se tiene que trabajar en el crecimiento vegetativo para que se cumpla la normativa internacional, un policía por cada 250 habitantes.

Sin embargo, solo incrementar el número de policías es insuficiente, lo más importante es que los uniformados que se sumen a la institución deben estar bien preparados para combatir el crimen y auxiliar a la población.

De nada serviría que se incremente el efectivo en la Policía, si los miembros de esta institución no tienen el entrenamiento adecuado para reaccionar frente a situaciones adversas como las que vivieron los tres uniformados que fueron asesinados a sangre fría.

Es también importante equipar a los policías con armas de fuego y chalecos antibalas, entre algunos, de modo que puedan responder ante cualquier eventualidad.

Otro aspecto que debe combatirse es la venta de armas de fuego de gran calibre en el mercado negro, de donde se proveen las mafias organizadas.

Los delincuentes que atacaron a los tres policías manejaban, según las investigaciones de la Policía, un arma similar a la AR-15, que es un fusil de asalto.

Por eso es urgente que se controle la venta y circulación de armas de fuego, se incremente el número de policías y se los entrene profesionalmente.