Opinión Bolivia

  • Diario Digital | viernes, 19 de abril de 2024
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El mar, una política de Estado

El mar, una política de Estado

Hace 143 años, el 23 de marzo de 1879, Bolivia perdía uno de los combates más trascendentales de la Guerra del Pacífico, la denominada Defensa de Calama en la que se recuerda el coraje de Eduardo Abaroa y Ladislao Cabrera, quienes junto con un puñado de valientes bolivianos defendieron con sus vidas la integridad de la heredad nacional.

Y si bien la Guerra del Pacífico continuó hasta 1884, la Defensa de Calama significó un punto de quiebre en los acontecimientos que sobrevinieron en los próximos años tras el inicio de la invasión el 14 de febrero de 1879.

Tras la pérdida de este acceso soberano al océano Pacífico, el país empezó a recordar cada 23 de marzo este acontecimiento, dejando sentado que este es un derecho irrenunciable, con la idea firme de recuperar algún día el territorio que históricamente nació como parte de Bolivia.

El despojo de territorio boliviano en la costa del Pacífico no solo significó perder una extensión de 120 mil kilómetros cuadrados y convertirse en mediterráneo, sino también en una nación dependiente de los puertos de otros países para importar o exportar una variedad de productos.

Bolivia necesita los puertos chilenos para el comercio de mercadería, y también de los peruanos, lo cual encarece el costo de lo que importa o exporta, por lo que en las últimas décadas ha negociado con Chile mejores condiciones económicas, más aún si se toma en cuenta que se mueve por esta zona miles de toneladas cada mes.

Y con la asunción en Chile de un nuevo Gobierno, con Gabriel Boric a la cabeza, los gobernantes de Bolivia deben trabajar en el aspecto diplomático para avanzar en temas que atañen a ambas naciones, uno de los más importantes el marítimo que está muy relacionado con la economía del país.

En lo que se refiere al acceso soberano al océano Pacífico, Chile ha dejado claro que no va a negociar su territorio, porque es una política de Estado que ha manejado históricamente, por lo que Bolivia debe proyectar otro tipo de negociación con el país trasandino para recuperar, de alguna forma, una salida al Pacífico.

Bolivia tiene varias opciones para salir al océano, no solo por los puertos chilenos, sino también por los de Perú, así como la ruta al Atlántico por las hidrovías, hacia el sur con la Hidrovía Paraguay-Paraná, o hacia el norte por la Hidrovía Ichilo-Mamoré.

Por eso es importante que el país trabaje en una política de Estado a largo plazo, en la que todos estén de acuerdo, porque no puede haber discordia si se quiere llegar a resultados favorables para mejorar la economía nacional y eliminar esa mentalidad mediterránea que ha subyugado al país desde hace 143 años.