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  • Diario Digital | jueves, 25 de abril de 2024
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La esperanza en la CIDH

La esperanza en la CIDH

La evaluación de las denuncias recibidas en el país será “objetiva y muy imparcial”, afirmó el secretario ejecutivo de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), Paulo Abrão, tras escuchar al menos 82 testimonios de delegados sectoriales, plataformas ciudadanas, comités cívicos, medios de comunicación y familiares de heridos y fallecidos en Cochabamba.

La esperanza de quienes denunciaron la violación de sus derechos humanos es que este organismo internacional sea imparcial y objetivo, y que, en un plazo prudente, emita resoluciones que sirvan para llamar la atención del Estado boliviano, para que no se vuelva a agredir a los ciudadanos.

Aunque Abrão no precisó fechas para emitir un informe, dejó entrever que las resoluciones se podrían conocer en una o dos semanas.

Las resoluciones que emita la CIDH serán importantes, porque, en primer lugar, se verificará si se cometieron o no violación a los derechos humanos y, seguramente, se darán las recomendaciones respectivas.

Lo importante de esta misión de la CIDH es que Abrão escuchó a ambas partes, sin distinción, “en forma amplia a los diferentes sectores”, como él mismo declaró la noche del lunes pasado a la gente que permanecía en las afueras de las instalaciones del Defensor del Pueblo de Cochabamba.

En el conflicto que se prolongó en Cochabamba por más de un mes, el delegado del Defensor del Pueblo, Nelson Cox, informó que hubo 13 fallecidos, 376 heridos, 27 procesados por la vía penal y 994 arrestados.

La presencia de la CIDH sirvió, de alguna forma, para distender la tensa situación que aún se vivía durante los primeros días de esta semana en las calles de Cochabamba. La noche del lunes, Abrão salió a la puerta de las instalaciones del Defensor del Pueblo y pidió a los grupos enfrentados que se desmovilicen en paz.

Algunas personas como el expresidente Jorge Quiroga y el actual ministro de Justicia, Álvaro Coimbra, cuestionaron el rol que desempeñó la CIDH en los casi 14 años que Evo Morales se mantuvo en el Gobierno.

Empero, al margen de estas observaciones, lo importante será hacer un seguimiento al trabajo que realice la CIDH en el caso boliviano y que las resoluciones se conozcan lo más pronto posible.

Si bien las recomendaciones que pueda emitir la CIDH serán importantes, la misión que tiene el Gobierno de transición, el que venga y las entidades del país es curar las heridas, promover la reconciliación y trabajar para que la violación a los derechos humanos no vuelva a ocurrir.