Opinión Bolivia

  • Diario Digital | miércoles, 24 de abril de 2024
  • Actualizado 12:01

Hacer empresa, contra viento y pandemia

Hacer empresa, contra viento y pandemia

Cada día se abren ocho nuevos emprendimientos en Cochabamba, la mayor parte en el rubro de comercio, pese al panorama adverso a causa de la pandemia del coronavirus que obligó al cierre de decenas de empresas desde marzo de 2020.

Un informe de Fundempresa puntualiza que el número de empresas nuevas que se abren en el departamento es superior al de las que se cierran, lo que equivale a decir que, pese a la adversidad, los emprendedores confían en días mejores y apuestan por la región, invirtiendo no solo su capital sino también su fuerza de trabajo.

Para lograr la reactivación económica es importante invertir en empresas, sean pequeñas, medianas o grandes, porque es la única forma de generar fuentes de empleo e ingresos para el departamento.

El 10 de agosto pasado, por ejemplo, nació la hilandera Hilsend (ex Sendtex) que actualmente ocupa a 140 trabajadores, pero que, si el mercado de la lana ardilla y otros productos tienen una mayor demanda, podría emplear hasta 3.000 personas, porque gran parte de su maquinaria está parada.

En los seis primeros meses de este año se abrieron 1.772 nuevos negocios y en ese mismo periodo se cerraron 920, según los datos que dio a conocer Fundempresa.

Esta información muestra que la reactivación económica ha comenzado en el departamento, toda vez que el gobierno departamental y los municipales han flexibilizado las cuarentenas, lo que implica que se están recuperando las fuentes de empleo.

De aquí en adelante, lo que requieren las personas o grupos que apuestan por la implementación de nuevas empresas es un apoyo decidido por parte de las entidades financieras, con créditos blandos, y de parte de los consumidores que deben privilegiar, en lo posible, la compra de productos nacionales.

Y una vez que las nuevas empresas logren consolidarse, primero en la región y después en el país, se tendrá que trabajar para llegar a mercados del exterior, es decir, exportar, lo que significará mejores precios para la creación de más fuentes de empleo.

Y precisamente el sector exportador es uno de los que más ha trabajado para mantener los nichos que consiguió a lo largo de las últimas décadas, pese a que la pandemia del coronavirus golpeó con fuerza a este rubro. 

En 2020, las empresas exportadoras enviaron sus productos a por lo menos 40 destinos internacionales, adecuándose a las medidas de bioseguridad.

El objetivo debe ser ganar otros mercados para exportar los productos de Cochabamba y que los ingresos vayan sumando.

Y si durante la cuarentena más rígida se pudo mantener las empresas en funcionamiento (aunque no al 100%), actualmente es posible reactivar la economía, pero para eso se debe conservar los emprendimientos que se mantienen abiertos y fomentar la apertura de otros, en las mejores condiciones posibles.