Opinión Bolivia

  • Diario Digital | viernes, 19 de abril de 2024
  • Actualizado 00:24

Enero de 2007 no puede repetirse

Enero de 2007 no puede repetirse

Las pugnas por el poder en la Alcaldía de Cochabamba generan, nuevamente, inestabilidad en el departamento tras las afirmaciones de parte del diputado del MAS Héctor Arce, quien manifestó que Manfred Reyes Villa tiene en su contra una sentencia ejecutoriada, lo que es una causal para que el burgomaestre pierda su mandato como autoridad.

En respuesta, la presidenta del Concejo Municipal y concejala de Súmate, Marilyn Rivera, aseguró que la justicia aún no ha ejecutoriado la sentencia, por lo que instó a esperar el pronunciamiento final.

A su turno, el secretario Administrativo Financiero de la Alcaldía, Mauricio Muñoz, manifestó que el MAS se ocupó de “sembrarle delitos” a Reyes Villa y denunció que se trata de una persecución política.

Así las cosas, con acusaciones de una y otra parte, lo único que se consigue es enrarecer el ambiente en el municipio de Cochabamba, perjudicando la gestión que se lleva adelante, adelantándose a lo que la justicia vaya a determinar.

La justicia es la instancia que debe determinar un fallo transparente y sin tomar en cuenta ningún tipo de presión, ni del oficialismo ni de la oposición.

Por el momento, lo que requiere Cochabamba es que las autoridades elegidas en los últimos comicios subnacionales trabajen en los proyectos que tienen en carpeta como parte de sus programas de gobierno.

Cualquier discusión en torno a una decisión que debe ser asumida por la justicia es innecesaria, porque lo único que se logra con esta pugna entre dos fuerzas políticas es perjudicar a las decenas de barrios que esperan contar con servicios básicos, calles mejor cuidadas, hospitales, escuelas y otras obras de infraestructura esenciales.

No se puede perder de vista los luctuosos hechos que ocurrieron en enero de 2007 cuando la pugna entre habitantes del campo y la ciudad (con Manfred Reyes Villa como prefecto y Evo Morales como presidente) desencadenaron enfrentamientos que dejaron al menos tres personas muertas y centenares de heridas.

Los enfrentamientos que dejaron luto en familias de Cochabamba, en los que se mostró intolerancia al extremo, no se pueden volver a repetir. Y para que ello no ocurra, es importante que los adversarios políticos no caldeen más los ánimos de la población.

Lo que se requiere, ahora, es un trabajo coordinado entre todas las autoridades, como empezaron en esta gestión el gobernador Humberto Sánchez y el alcalde Manfred Reyes Villa.

Cochabamba tiene un sinfín de carencias y necesidades básicas insatisfechas, por lo que es hasta ocioso ocupar el tiempo valioso en disputas vanas.

Solo como ejemplo, en los últimos días se informó sobre el colapso en el hospital del niño, al extremo de que 100 niños esperan que se desocupe el quirófano para entrar a cirugía.

El empeño de las autoridades debería estar orientado a solucionar estos problemas. El departamento necesita soluciones y no más pugnas que hacen daño a todos.