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  • Diario Digital | domingo, 01 de octubre de 2023
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La Coronilla y los desacuerdos

La Coronilla y los desacuerdos

Tras permanecer durante poco más de un año cerrada a la población, la Coronilla, conocida también como la histórica Colina de San Sebastián, donde un puñado de valerosas mujeres defendieron la heredad cochabambina, finalmente será abierta al público.

Después de varias décadas y una infinidad de proyectos presentados para su recuperación, a fines de 2021 se logró concluir las obras de restauración, equipamiento y embellecimiento de este espacio histórico que otrora era uno de los más visitados por los cochabambinos y los visitantes del interior y exterior del país.

La Coronilla dejó de ser visitada por la gente debido a su deterioro y la inseguridad, motivos por los cuales diferentes instituciones propusieron a lo largo de los años proyectos para mejorar y dar vida nuevamente a este espacio histórico y turístico.

Y cuando finalmente se logró concluir las obras en diciembre de 2021 y entregadas en mayo de 2022, la Coronilla se mantuvo cerrada por más de un año por falta de coordinación, porque no había acuerdo para definir qué instancia se haría cargo de su administración.

Según los acuerdos alcanzados en los últimos días, la Alcaldía se hará cargo de la administración de este espacio histórico y la entrada no tendrá costo alguno.

¿Por qué no se habilitó el ingreso de la población durante más de un año a la Colina de San Sebastián? Debido a que ni la Alcaldía ni la Gobernación trabajaron para ponerse de acuerdo respecto a la administración y cuidado de este espacio histórico, así como sucede con otras obras, solo porque hay diferencias ideológicas y partidistas.

La Coronilla estuvo tanto tiempo cerrada y abandonada que, según la Alcaldía, presenta deterioro debido a que antisociales ingresaron, causaron destrozos y robaron algunos bienes.

Una vez que la Coronilla se encuentra abierta a la población, la tarea de la entidad que esté a cargo de su administración será la de preservar este sitio histórico, además de brindar la seguridad respectiva tanto a los visitantes que ingresarán cada día a este espacio como el cuidado de todos los bienes que son parte de la historia de Cochabamba.

Que la Coronilla no se haya logrado abrir en más de un año es una llamada de atención, si no se trabaja por el bien común y solo se vela por los intereses de grupo, no se logra el desarrollo de los más de 700 mil habitantes que residen en el municipio de Cochabamba y los más de 2 millones que viven en todo el departamento.

Si las autoridades tienen la intención de trabajar por la región, deberán dejar de lado sus diferencias y empeñarse en lograr acuerdos que beneficien a por lo menos la mayor parte de la población, porque para eso fueron elegidas.

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