Opinión Bolivia

  • Diario Digital | jueves, 28 de marzo de 2024
  • Actualizado 18:34

Contrabando y emboscadas

Contrabando y emboscadas

Militares del Comando Estratégico Operacional de Lucha Contra el Contrabando fueron emboscados la madrugada del jueves 1 de junio en la zona fronteriza de Villazón, al sur del país, y como resultado de esta agresión, tres uniformados resultaron heridos. Un hombre, que formaba parte de los atacantes, murió.

De un tiempo a esta parte, los contrabandistas, además de cometer este delito que desangra la economía del país, se dan a la tarea de atacar sañudamente a las fuerzas del orden que están a cargo de combatir este delito.

Se ha informado de varios casos, en forma recurrente, en los que los contrabandistas, con ayuda de comunidades enteras, no solo cometen el delito de contrabando, sino que también atacan con armas de grueso calibre cuando son descubiertos.

El contrabando genera millonarias ganancias a organizaciones criminales que se dedican a este ilícito negocio, por lo que cuando son descubiertos no piensan dos veces para atacar a matar a quienes están a cargo de los controles.

Y lo más lamentable es que, en muchos casos, comunidades enteras “trabajan” para los contrabandistas a cambio de dinero, sin darse cuenta del daño que se causan a sí mismos y al país y que, además, se convierten en cómplices de un delito tan abyecto.

La consigna debe ser de una lucha frontal contra el contrabando, tarea en la que deben participar todos, porque es un delito que afecta a la mayoría, provoca el cierre de industrias legalmente establecidas y se interna al país productos de dudosa procedencia que, además, no contribuyen con el pago de impuestos.

Los contrabandistas instigan a los comunarios para que salgan en defensa de este negocio ilícito que maneja cientos de millones de dólares y las personas que se involucran con estos delincuentes no reflexionan sobre el mal que están haciendo.

Otro punto que se observa en la lucha contra el contrabando es la complicidad que existe por parte de algunos malos funcionarios (militares, policías o civiles), quienes, en vez de desarticular las mafias organizadas, permiten que esta actividad delictiva crezca y perfore las fronteras amplias que Bolivia comparte con países vecinos como Chile, Perú, Argentina y Brasil.

En los últimos meses, el Gobierno ha decretado un combate en todos los frentes contra el contrabando de combustible que le cuesta cifras millonarias al erario nacional, además de evitar que se siga sacando al exterior alimentos como el huevo, que se lleva por miles hacia Perú.

Quienes se sirven del contrabando para volverse millonarios deben ser severamente castigados y los funcionarios involucrados recibir el doble de sanción porque están defraudando la confianza que les otorga el Estado boliviano.

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