Opinión Bolivia

  • Diario Digital | jueves, 28 de marzo de 2024
  • Actualizado 20:52

Contaminación, el asesino silencioso

Contaminación, el asesino silencioso

Nueve de cada diez personas respiran aire con altos niveles de contaminantes. Este informe apocalíptico, con motivo del Día Mundial de la Tierra, fue difundido por la Organización de las Naciones Unidas (ONU).

Y, lamentablemente, los gobiernos del mundo hacen muy poco por disminuir los altos niveles de contaminación o para, por lo menos, evitar que se incremente la generación de residuos tóxicos que desechan cada día millones de vehículos que circulan por las calles o desde las industrias.

Por eso es urgente que todos los países unan esfuerzos para solucionar este problema que mata cada año a millones de personas (casi siete millones en 2020). Un informe poco alentador de la Organización Mundial de la Salud (OMS) da cuenta de que el 23% de todas las muertes están relacionadas con "riesgos ambientales" como la contaminación del aire, del agua y la exposición a sustancias químicas.

Y debemos hacer énfasis en que la contaminación no respeta fronteras, es decir, lo que genera un país afecta a muchos otros. Por lo tanto, la tarea de mitigar la contaminación es responsabilidad de todos, comulguen o no la misma ideología y sin importar su condición económica.

Pero es hora de pasar de los discursos a los hechos, porque si continuamos retrasando una solución global, en poco tiempo ya no tendremos un planeta que salvar.

En este aspecto, podemos mencionar que Bolivia es uno de los países que lidera, por lo menos con propuestas, el respeto a la Madre Tierra (Pachamama), pero ahora se debe pasar del discurso a las acciones concretas para lograr resultados positivos a mediano plazo.

En días pasados, el presidente Luis Arce Catacora cuestionó el "capitalismo salvaje" y la codicia sin límites que ponen en riesgo la vida del ser humano y destruye su hogar. Por esa razón, Arce exhortó a adoptar una declaración de los Derechos de la Madre Tierra y recuperar la armonía con el hogar que nos cobija.

Pero, al margen de disminuir los elevados niveles de contaminación que generan las industrias y los millones de vehículos, es posible también lograr resultados alentadores si cada persona deja de arrojar basura en las calles y de utilizar tanto envase desechable o bolsas de plástico.

Es importante también que los gobiernos del mundo garanticen servicios básicos, como alcantarillado, para los millones de personas que desechan sus residuos a ríos o simplemente a campo abierto.

Actualmente, caminamos sobre toneladas de basura y respiramos el aire más contaminado de los últimos 200 años. Si seguimos en ese camino, la humanidad no tiene futuro, por lo menos no en este planeta.

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