El Carnaval de la Concordia 2022 está en plena marcha en Cochabamba y hasta la fecha se han realizado ya varias actividades como Compadres y la Feria del Puchero, lo que implica aglomeración de personas y, por lo tanto, mayor riesgo para propagar la pandemia del coronavirus.

Por ese motivo, en el momento de confirmar la realización del Carnaval en Cochabamba, el alcalde Manfred Reyes Villa hizo énfasis en que se cumplan estrictamente las medidas de bioseguridad para minimizar los riesgos de propagar el virus que durante las primeras olas colapsó el sistema de salud.

Lo cierto es que, con o sin pandemia, las actividades económicas, académicas, culturales, deportivas y laborales, entre otras, tienen que ir normalizándose, pero siempre velando por la salud de las personas, es decir, llevar el barbijo en espacios públicos, utilizar alcohol para desinfectarse, lavarse las manos constantemente con agua y jabón y mantener la distancia social mínima. Otra recomendación que se debe tomar en cuenta es evitar las aglomeraciones innecesarias.

En el caso específico del Carnaval hay actividades que necesariamente aglomeran gran cantidad de personas, como el caso de la Feria del Puchero y la Feria del Acordeón y la Concertina y el Corso de Corsos que se realizará la primera semana de marzo.

En el Corso de Corsos participan una gran cantidad de fraternidades y bandas de música que toman las calles del centro de la ciudad con cientos de sus integrantes y miles de espectadores que se apuestan a lo largo de El Prado y otras vías que se habilitan para este fin, por lo que existe mayor probabilidad que los casos de contagios suban, como sucedió tras las fiestas de Navidad y Año Nuevo.

Para que no suceda eso, es necesario que la gente cumpla al pie de la letra las recomendaciones de las autoridades de salud, de tal manera que los contagios no se disparen y, al contrario, la vacunación siga sumando hasta que se consiga la inmunidad de rebaño.

Asimismo, se tendrá que evitar el consumo excesivo de bebidas alcohólicas durante todas las actividades del Carnaval, porque eso lleva a las personas a olvidar las medidas de bioseguridad y a propagar más el virus. Quienes están a cargo de la autorización de las sillas para los espectadores tendrán que controlar el día del Corso que se cumpla las medidas de bioseguridad como el distanciamiento físico entre las personas asistentes.

Y si los casos de contagios empiezan a descender tras esta actividad recreativa que convoca a miles de personas, seguramente se podrá pensar en flexibilizar aún más las restricciones que todavía persisten en el municipio, pero recomendando siempre que no se debe perder de vista los máximos cuidados para vencer a la pandemia.