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  • Diario Digital | jueves, 25 de abril de 2024
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“Cable cero”, una promesa demagógica

“Cable cero”, una promesa demagógica

Tras la muerte por electrocución de un hombre de 46 años en la zona de K’ara K’ara, por tocar un cable suelto en vía pública, la Alcaldía de Cochabamba saca una vez más a relucir el compromiso de que se debe liberar los espacios públicos de esta “maraña” que no solo afecta la imagen de la ciudad, sino que es un riesgo para la vida de las personas.

Esta perorata de “cable cero” se viene escuchando desde hace unos 14 años, en diferentes gestiones en las que técnicos municipales y autoridades de turno aseguran que se puede conseguir esta meta en no más de un año.

Reportes de prensa de 2010, 2015, 2018 y 2022, solo por citar algunas fechas, dan cuenta de que los técnicos y autoridades se refirieron a este tema, destacando que conminaron a las empresas de servicios telefónicos, televisión por cable y de energía eléctrica a retirar sus cables en desuso, en forma perentoria y con la posibilidad de sanción en caso de incumplimiento, según la Ordenanza Municipal 3722, de 2017, y otras anteriores.

En los últimos días, el secretario de Gobernabilidad de la Alcaldía de Cochabamba, Gustavo Camargo, citó nuevamente el proyecto de “cable cero” y solicitó a las empresas de servicios a coadyuvar con este trabajo.

Sin embargo, el funcionario no dio detalles de si existe la infraestructura adecuada por debajo de la tierra para colocar los cables de las empresas de servicios, cuánto costará esta obra, que no es menor, qué trabajos se tendrán que realizar y qué tiempo tomará.

Cuando ocurre una fatalidad, como la del hombre que murió en K’ara K’ara, las autoridades desempolvan proyectos incumplidos, solo por apaciguar la indignación de las personas, pero después de un tiempo se olvidan del asunto, lo archivan y solo lo retoman cuando sucede otra desgracia.

Si las autoridades incumplen sus compromisos incurren en demagogia, por lo que en el momento de anunciar un plan tan importante como el de “cable cero” tienen que hacerlo con un proyecto definido.

Es una falta de respeto a la población, además de negligencia, lanzar compromisos al calor de una determinada situación y después dejar que el paso del tiempo deje en el archivo cualquier proyecto que se anuncia sin sustento.

Una empresa de telefonía empezó con el retiro de cables en algunas zonas de la ciudad, pero esa tarea es mínima si no se liberan las calles de toda esa maraña para luego colocar los cables por debajo del suelo, con las medidas de seguridad que corresponden. 

Si no se procede de esa forma, la muerte seguirá acechando a los cochabambinos que se desplazan por las calles, parques, plazas o avenidas, y cuando ocurre un desenlace fatal todas las entidades se lavan las manos y miran hacia otro lado.