El presidente Luis Arce cumple hoy un año de gestión y emitirá su discurso a la nación en medio de movilizaciones, paros y bloqueos por parte de sectores que expresaron su desacuerdo con leyes vigentes o que están a punto de aprobarse.

Las organizaciones afines al gobierno de Arce se encuentran en apronte y advirtieron que defenderán la “democracia” ante lo que consideran intentos de desestabilización por parte de la oposición, mientras que los sectores que iniciarán las movilizaciones aseguran que con la denominada “ley madre”, vigente desde agosto pasado, el oficialismo busca imponer un totalitarismo económico y financiero en el país.

El dirigente del transporte pesado Juan Yucra afirmó que al no ser escuchados por el Gobierno iniciarán un bloqueo de rutas fronterizas.

En respuesta a estos anuncios, los dirigentes del llamado "Pacto de Unidad", que agrupa a sindicatos de obreros, campesinos e indígenas afines al MAS, comparecieron ante los medios para advertir que no permitirán que se desestabilice al gobierno de Arce.

Al margen del derecho que les asiste a unos de protestar porque no están de acuerdo con determinadas decisiones del Gobierno, y a otros por defender a la gestión actual, lo que debe primar es la cordura y el respeto a los derechos humanos de todos los habitantes del país.

El ejemplo, no obstante, debe partir desde el Gobierno, cuyas autoridades deberán dejar de lado los discursos de odio y cargados de resentimiento para, más bien, insistir en la unidad y el respeto de unos a otros.

Lo que se espera es que hoy el presidente Luis Arce brinde un informe de la situación económica en la que se encuentra el país, pero, sobre todo, haga conocer a todos los bolivianos los proyectos que se implementarán en los próximos meses y años con el fin de reactivar la economía y se bajen los índices de desempleo.

El ciudadano de a pie está cansado de los conflictos entre oficialistas y opositores, como sucedió ayer nuevamente en la Asamblea Legislativa, lo que a las familias les interesa es asegurar su alimentación diaria, la educación de sus hijos, la atención en salud y el acceso a los servicios básicos.

Lo que se debe hacer, por eso, es trabajar para conseguir una mejor economía y lograr el objetivo que se planteó el gobierno al iniciar su gestión, buscar la unidad y complementariedad entre regiones, ciudad y campo, y no fomentar un ambiente de “resentimiento y venganza”, pero eso no implica dejar en la impunidad a quienes han cometido crímenes, sean del oficialismo o de la oposición.

Y para que se puedan sanar las heridas abiertas durante los enfrentamientos de 2019, la justicia tendrá que obrar con imparcialidad, sabiduría y sin mirar quién se encuentra en el estrado de los acusados, solo así se podrá cerrar este capítulo aciago en la vida de los bolivianos.