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  • Diario Digital | miércoles, 24 de abril de 2024
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Acciones creativas contra la sequía

Acciones creativas contra la sequía

Hablar de sequía en el Cono Sur de Cochabamba y de la muerte de ganado ya no es mucha novedad. Lo único que varía es el número de animales que perecen cada año en época de estiaje por falta de agua y forraje.

Con el propósito de encontrar una solución a este acuciante problema, que se repite todos los años, el Centro de Investigación en Forrajes “La Violeta” de la Universidad Mayor de San Simón (CIF-UMSS) alista un plan que consiste en implementar campos de cultivo de tuna forrajera para alimentar a los animales cuando haya sequía. 

Este plan, acompañado de otros proyectos para asegurar el almacenamiento de agua en los municipios del Cono Sur, podrá resolver este problema que afecta tanto a sus pobladores como al ganado que se constituye en parte importante de la economía de esta región.

Este y otros proyectos que sean creativos, a la vez que prácticos, pueden implementarse a mediano plazo con la inversión de recursos que estén al alcance de los presupuestos de los municipios involucrados y de la Gobernación del departamento.

Yendo un poco lejos del territorio nacional, y salvando las diferencias, Israel es un país de apenas 20.700 kilómetros cuadrados (un poco más de la tercera parte de extensión con relación a Cochabamba) que ha logrado, literalmente, arar en el desierto, pero con buenos resultados.

Los científicos de este país han desarrollado tecnología que posibilitó practicar la agricultura intensiva en condiciones de sequía y en zonas desérticas, por ejemplo, mediante el riego por goteo.

Israel se vio en la necesidad de encontrar soluciones ingeniosas porque el 60% de su territorio es tierra desértica.

En el caso de Bolivia, la planta de tuna forrajera puede ser una de las soluciones a la sequía, porque esta planta contiene 90% de agua y no requiere de “grandes cuidados”, además de que se adapta a lugares secos.

Pero el cultivo de la tuna no será suficiente para que el ganado pueda hidratarse y no morir, se requiere obras que permitan almacenar agua suficiente para la temporada de estiaje, porque los agricultores necesitan regar sus cultivos y también para el consumo de las familias.

Las represas pequeñas y los atajados que se construyen en los municipios con mayor sequía no han dado los resultados que se esperaban, hasta la fecha, por lo que habría que mejorarlos con tecnología nueva o buscar otras acciones más efectivas.

No se debe esperar a que al próximo año la falta de agua, la sequía y la muerte de ganado sigan afectando a estos municipios que buscan alternativas económicas viables para que su población joven no siga migrando a las ciudades capitales o a otros países con el fin de conseguir trabajo. Ellos merecen una oportunidad en su tierra.