Opinión Bolivia

  • Diario Digital | martes, 23 de abril de 2024
  • Actualizado 18:19

Vacación y de verano

Vacación y de verano

Muchos bolivianos no tenemos incorporada a cabalidad en nuestros registros comportamentales la noción de vacación. Es decir, aquel cambio de comportamientos habituales laborales o de estudio suspendidos por otros dedicados al descanso, el disfrute, la recreación y el ocio. 

Lo usual, es que dejamos de trabajar en una función y acudamos a realizar otras funciones, para obtener ingresos adicionales extra o para sustentar alguna necesidad o emergencia que se presenta.

Y en lo relativo al verano, tampoco existe la claridad de lo que ello supone en nuestro entorno. Es decir, los cambios de estaciones, por este lado del planeta se reducen a incremento o decremento del frío y/o en su caso a incremento o decremento de las lluvias.

Las lluvias tardaron más de lo usual en llegar este año, con consecuencias gravísimas en nuestros calendarios agrícolas y en nuestros bolsillos por la subida de algunos precios de productos. Y las vacaciones, reitero, pareciera que se enrarecieron con modalidades laborales y de estudio, al menos catalogables como extrañas, asumidas en estos últimos tiempos debido a los efectos de la pandemia y de la introducción de las tecnologías en la vida cotidiana. Me explico, se asumió la virtualidad y/o semipresencialidad para el laburo y para las clases. Eso generó, por ejemplo, que los horarios de las actividades, su duración, así como la carga de trabajo generadas por las mismas se flexibizaran. Así que podías tener una reunión de trabajo a las 6 de la mañana o a las 9 de la noche, y carga laboral equiparable con más de 12 horas de jornada laboral.

Otro ejemplo relacionado, es que en el hemisferio norte les cuesta entender que Navidad sea en verano, por tanto, que no tenga nieve ni gente abrigada y que los villancicos reflejan ritmos más bien con tonalidades reconocidas por ellos como veraniegas. 

En todo caso, en estas fechas puedo llegar al trabajo, al menos unos 15 minutos antes que cuando usualmente la mayoría de la gente ha vuelto a trabajar y que colegiales y universitarios hayan retornado a clases. Eso se debe a que la ciudad está más vacía, las calles son más transitables, hay menor cantidad de vehículos privados y menos trancaderas. También hacer deporte indirectamente, pues  es necesaria agilidad para evitar charcos y saltar los ríos callejeros debido a desagües obstruidos.

SERENDIPIA

DINO PALACIOS

Ciudadano

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