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  • Diario Digital | viernes, 19 de abril de 2024
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Redefinir a la Policía

Redefinir a la Policía

¿Dónde estarán los policías? Si uno escribe en Google la palabra “policía”, una de las primeras entradas dice: “La función pública atribuida a los policías tiene como principales objetivos mantener la seguridad y el orden en lugares públicos; hacer respetar las leyes y proteger a los ciudadanos y sus bienes de peligros y actos delictivos”. ¿Les suena a la Policía boliviana?

Las FFAA y la Policía reciben cerca del 12% del presupuesto anual del país. De las FFAA, mi abuela solía decir que les pagan “por marchar”, en este Gobierno fueron encargados de la lucha contra el contrabando y han demostrado que deben ser buenos “para marchar”. Pero me quiero referir a los policías, según la carta magna, la Policía tiene la función de “la defensa de la sociedad y la conservación del orden público, y el cumplimiento de las leyes en todo el territorio boliviano”.

Y entonces, ¿los policías dónde están? En los barrios precautelando la seguridad de los vecinos no están. En las calles ordenando el tráfico tampoco. En instalaciones públicas o eventos, si tienes suerte encuentras a uno que otro de portero. Donde hay periodistas y avasalladores están, pero mirando como los segundos les pegan a los primeros. 

¿Qué pasó con la Policía boliviana?

Reprimiendo movilizaciones de protesta contrarias al poder. Al lado de los circunstanciales jerarcas que fungen de ministros y burócratas de alta jerarquía. Resguardando el Palacio de Gobierno y la Asamblea Legislativa, impidiendo el ingreso a la Plaza Principal a los ciudadanos. Allí están.

La prensa informó que en el paro cívico de Santa Cruz, al menos 1.000 policías fueron trasladados hacia ese departamento. Pareciera un número poco significativo, pero representa casi la mitad de la totalidad de los uniformados que tiene la ciudad de El Alto.  Y ya sabemos a qué fueron.

¿Pero sabe dónde sí están? Donde se puede recaudar. Con las famosas “trampas” y las boletas de infracción en calles escogidas o en redadas nocturnas. Las “malas lenguas” le atribuyen a la necesidad de generar su “extra aguinaldo”. 

En resumen, la Policía se ha convertido en el instrumento de represión del Gobierno de turno y al mismo tiempo en un mecanismo para generar ingresos no oficiales a beneficio de algunos. Desafío para Google: redefinir a la Policía boliviana.

SERENDIPIA

DINO PALACIOS

Ciudadano

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