Opinión Bolivia

  • Diario Digital | viernes, 29 de marzo de 2024
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Prohibido estacionar

Prohibido estacionar

El acceso al barrio tiene una sola vía, en el medio está una universidad  y una unidad educativa, así como un complejo de salas de cine, bancos, supermercado, SEGIP, tiendas y otros. Acertadamente, el Gobierno Municipal ha puesto señales que prohíben el parqueo de los vehículos, pues eso supondría que de la única vía de acceso con 2 carriles, solo quede uno disponible.

El sábado en la mañana -compartirán seguramente Uds. esta opinión conmigo- el número de vehículos, especialmente particulares, pareciera que se duplica o triplica y reina la locura.  ¿Saben qué ocurre con la vía de acceso? Así es, queda completamente congestionada pues  decenas de personas deciden no respetar las señales de no estacionar. Dejan así un carril disponible. Un carril  a medias, pues los vehículos de transporte público deben dejar a los pasajeros en el tramo y como no hay zonas de carga de pasajeros disponibles, se paran en el único carril. Por tanto, transitar tres cuadras que debieran tomar máximo un par de minutos suponen de 15 a 20 minutos de tensión, riesgos para los peatones, bocinazos y malestar. Ni mencionar la posibilidad de que Uds. transiten esa vía en bicicleta, eso supone en los hechos mucho más riesgo que la carretera de la muerte con los ojos vendados.

Al margen del hecho concreto, lo preocupante es la situación generalizada por la cual diferentes gobiernos sin importar si son locales o nacionales, no midan su accionar en términos de sus posibilidades de hacer cumplir sus disposiciones. Es decir su cualidad de gobierno solo es cumplida formalmente en muchos casos en contradicción con la realidad.

Existe la creencia generalizada en los gobernantes que la sola emisión de una disposición o norma supondría su accionar y cumplimiento. Basta emitir un decreto o una ley -o colocar un cartelito que prohíbe esto o aquello- para suponer que se volvió una realidad. Probablemente se deba a la frecuente recurrencia de la presencia en las labores gubernativas de abogados, que conforme a lo que debe ser se ocupan de eso.

Desde la perspectiva ciudadana correspondientemente con lo anterior, existe la certeza de que se puede incumplir la norma porque no tendrá ningún tipo de sanción ni punitiva ni siquiera social. Entonces haya que hacerlo, porque si no lo hacemos dejamos de ser “vivos” y este mundo es de los “vivos”.

SERENDIPIA

DINO PALACIOS

Doctorante en Ciencias Políticas  y Jurídica

[email protected]

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