Opinión Bolivia

  • Diario Digital | viernes, 19 de abril de 2024
  • Actualizado 18:22

Infoxicados pero humanos

Infoxicados pero humanos

Hace un mes, muy poco sabíamos de qué se trataba cuando algunos hablaban del coronavirus. Hoy muchos estamos “infoxicados” con el “COVID-19”.

Sin ánimo de ingresar en la especulación de las teorías de la conspiración, inicialmente subleva una de las lecciones que circula en relación a la pandemia, aquellas sociedades más autoritarias estarían en mejor disposición de enfrentar al virus. Por el contrario, sociedades menos apegadas a la disciplina y el orden, el resultado es el contrario. Al margen de las interpretaciones o de los deseos los hechos muestran los resultados.

En nuestra realidad dando continuidad a lo vivido en octubre del pasado año, brotan numerosas expresiones claras de solidaridad ciudadana; como proveer de alimentos y medicinas a personas mayores de 65 años que no pueden salir a obtenerlos por su propia cuenta. Vecinos que se someten al autoaislamiento frente a cualquier situación sospechosa de haber contraído la enfermedad. Personal de salud y numerosos servidores públicos que sin ningún temor se enfrentar a combatir el virus en las calles. Y entre todos ellos destaca el pueblo orureño que frente a la presencia de infectados, de manera enérgica y hasta incomprensible en ese momento, se declararon en cuarentena total. Hoy los orureños constituyen un ejemplo a nivel internacional de la forma en la cual se puede encarar este mal.

Lo gris se vive con algunos grupos focalizados de la población, que se niega a obedecer las disposiciones gubernamentales, convocando a movilizaciones para enfrentar la cuarentena. En general, se trata de población que vive al día, que enfrentada a la posibilidad de no contar con ingresos optan por la posibilidad de contraer el virus. Detrás hay grandes niveles de desinformación y un escaso nivel de formación educativa. Gris porque, probablemente, por lo anterior puede en el caso de mentes abiertas y sabias llegar a comprenderse.

Lo negro e inadmisible es quienes buscan aprovecharse de esta desgracia global sacando beneficios particulares. Los que politizan la problemática. Los que buscan aprovecharse individualmente del mal colectivo. Los que de manera explícita rompen la necesaria cadena de todos que se requiere para enfrentarla.