Opinión Bolivia

  • Diario Digital | miércoles, 24 de abril de 2024
  • Actualizado 00:15

Infodemia

Son las dos de la tarde y mientras conduzco al trabajo escucho por casualidad una de las muchas radios en FM.  El locutor habla de un informe que recomienda una tercera dosis de la vacuna contra el coronavirus Sars-CoV-2 desarrollada por la farmacéutica china Sinovac.  

Para el radialista, se trata de una mala noticia ya que a su entender la gran mayoría de las personas que se vacunaron en el país lo hicieron con esta vacuna.

Pocos días después, un matutino presenta una noticia similar en primera plana y en el desarrollo de la noticia convierte a ambas vacunas en una sola.  Lo sorprendente es que ninguno de los dos medios aclara que la vacuna que se puso en Bolivia es Sinopharm y que, si bien ambas utilizan virus inactivados para desencadenar la producción de anticuerpos que combaten el coronavirus, no son lo mismo.

Busco inmediatamente en Google y los resultados confirman lo que pienso, son diferentes y sus cifras y referencias lo demuestran. 

Para mi tranquilidad –pues yo recibí dos dosis de Sinopharm- las cifras son altamente positivas en el caso de la vacuna que se está utilizando en Bolivia.

Ahora bien, al margen de mi tranquilidad, de la efectividad de cada una y del debate mundial de la necesidad de una tercera dosis, no es posible que los medios se dediquen a desinformar y lo hagan con tanta “impunidad”. Sustituyan en lugar de nombres de vacunas cualquier otro tema y es exactamente igual de grave la desinformación.

Ya varios organismos internacionales advirtieron que existe una “infodemia” relacionada a la pandemia de Covid y al uso a gran escala de la tecnología y las redes sociales para ayudar a las personas a mantenerse -entre otras cosas- informadas.  

Esta infodemia, a la que se refieren los expertos en salud, es la sobreabundancia de información, “en línea o en otros formatos, e incluye los intentos deliberados por difundir información errónea para socavar la respuesta de salud pública y promover otros intereses de determinados grupos o personas”.

Por supuesto, no estoy acusando a ningún medio o periodista de intencionalmente y con fines poco claros difundir información errónea; pero, tal vez, ante la duda o la incertidumbre, podrían simplemente consultar fuentes oficiales y no provocar que más gente se resista a la inmunización por razones equivocadas.

SERENDIPIA 

DINO PALACIOS

Doctorante en Ciencias Políticas  y Jurídica

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