Opinión Bolivia

  • Diario Digital | jueves, 25 de abril de 2024
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Chistosos de quinta

Chistosos de quinta

Escena 1. La semana estuvo abarrotada hasta el hastío con opiniones, memes, bromas, desmentidos, disculpas y un largo etcétera en relación al “sopapo” de Will Smith en la premiación de los Oscar. Lo hizo como respuesta a una broma “subida de tono”.

Escena 2. Un tiktoker que funge como presentador en un canal nacional de TV, asumo que con el conocimiento y la aquiescencia del director del medio, usa la “broma” para supongo tratar de entretener a un segmento de la población burlándose de una profesión; en este caso de los psicólogos. El individuo en cuestión decía “que con dos cursos de 15 minutos” estaba habilitado para atender pacientes cual un Sigmund Freud. 

Es muy probable que en su mar de conocimientos, con 5 centímetros de profundidad, no exista la noción planteada por el propio Sigmund respecto al chiste y su relación con el inconsciente. Para Freud, el chiste es una expresión del inconsciente, refleja sus energías y lo reprimido. En suma algo complejo, que el individuo en cuestión jamás llegará a entender ni en 15 años seguramente.

No estoy contra el buen humor o la risa liberadora, no estoy contra los chistes o las bromas inteligentes que nos alejan del estrés y la tensión de lo cotidiano, pero el bullying, el maltrato, la violencia psicológica y el acoso muchas veces se disfrazan de supuestos individuos chistosos que en teoría no tienen ninguna mala intención.

Admiro profundamente a quienes son capaces de extraer una carcajada de los demás. Pero ojo, no puede ser gracias a su capacidad de ser violentos con el otro. La regla que delimita el accionar debiera ser el daño que puede causarse a un otro. Ya sea apologizando una acción violenta o denigrando el ejercicio de un profesional de la salud mental. Ni si, ni no, sino todo lo contrario, diría un sabio señor que suele relativizar todo con gran inteligencia.

El tema para mi está en que naturalizamos la violencia y la burla hacia los otros cuando genera risa.  Por alguna cruel razón, los seres humanos nos reímos en situaciones que racionalmente no son para la risa. Por alguna razón nos regodeamos -término que según la RAE significa complacerse maliciosamente con un percance, apuro, etc., que le ocurre a otra persona- cuando deberíamos ser empáticos y solidarios.

La violencia violenta, ya sea que provenga de un actor de cine o de disfrazados de comediantes, en cualquier escenario y en cualquier situación.

SERENDIPIA

DINO PALACIOS

Ciudadano

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