Opinión Bolivia

  • Diario Digital | miércoles, 24 de abril de 2024
  • Actualizado 17:04

Una suerte de insania política se ha apoderado de ciertas organizaciones sindicales, movimientos sociales y grupos que se denominan auto convocados, los que, en su conjunto, no son otra cosa que dependencias y anexos del partido que durante el doble septenio gobernó Bolivia con absoluta discrecionalidad e irracionalidad, distantes en mucho de la democracia y el Estado de derecho.

La instructiva terrorista de su líder y jefe máximo: “Hermano, que no entre comida a las ciudades”, no varía ni en esencia ni en substancia, con lo que actualmente se instruye desde Buenos Aires. “Una vez más, el movimiento indígena, junto a otros sectores de la sociedad, sale en defensa de la vida y la salud, la democracia y la educación; en contra del prorroguemos, corrupción y el deterioro de la economía”  

En los momentos actuales dichas instrucciones se plasman en acciones violentas que impiden el normal abastecimiento de combustibles y GLP, ingreso de alimentos y lo que es rayano en la criminalidad, evitan la provisión de tubos de oxigeno requeridos por los centros de salud para tratar a las víctimas de la pandemia que lamentablemente y muy pronto alcanzará a más de 100.00O afectados, como también para otros auxilios médicos, particularmente de seres recién nacidos.  Estos hechos, entre los muchos que se pueden enumerar, son evidentes muestras de desquiciamiento y locura, que lejos de proporcionarles réditos, los distancia del pueblo al que dicen representar.

La irracionalidad cobra mayor envergadura cuando el fundamento de su actuar no es otro que el adelantamiento de las elecciones a una semana antes, del fijado por el calendario electoral.

 Para colmo de estulticia, léase; Ignorancia, necedad o estupidez (RAE), las autoridades supérstites del MAS, llamadas a defender los derechos inalienables de las personas, como ser la libertad, seguridad y el bienestar de los ciudadanos, prestan protección y auxilio a quienes atentan contra los derechos humanos y ciudadanos; no otra cosa se colige de la actitud asumida por la llamada Defensoría del Pueblo o por ciertos alcaldes que prestan, protegen y amparan los despropósitos  y proveen material, transporte y otros insumos para implementar las acciones enajenantes.


"CUCHO" JORDÁN Q.

Abogado, docente e  historiador del Derecho

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