Opinión Bolivia

  • Diario Digital | martes, 23 de abril de 2024
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En espera del debate

En espera del debate

Se supone que el anunciado debate político que se llevará a cabo el 4 de octubre próximo,  será el escenario adecuado para debatir, civilizadamente: posiciones ideológicas y políticas; así como plantear, de cara al pueblo, planes y programas de gobierno que sean reales, posibles y  viables, para mitigar la crisis en la que nos hallamos inmersos como consecuencia de una administración dispendiosa y corrupta .

Si nos dejamos llevar por las erráticas declaraciones de algunos dirigentes políticos, tal acto trascendental en democracia, puede ser viciado por intereses subalternos, por comportamientos que mellen su trascendencia, convirtiéndolo en una babilonia ininteligible por su incoherencia, vaguedad de ideas y propósitos inalcanzables.

En las circunstancias actuales existen multitud de temas imprescindibles que deben ser considerados y merecen una atención preferente en su tratamiento por quienes se disputan la conducción del país, preferente, aquellos relativos a la economía, pero íntimamente ligado a ella, no es de menor trascendencia enfrentar tópicos relacionados a la política y la institucionalidad del Estado.

Se hace imperioso conocer el posicionamiento de los candidatos en relación a la actual Constitución Política del Estado y la necesidad de la modificación de una serie de determinaciones constantes en dicha Carta Fundamental, que han motivado un verdadero disloque nacional, creando, modificando o tergiversando las bases institucionales del Estado. En el poco espacio con que cuenta esta columna, me pregunto si se mantendrá la absurdidad de conformar el órgano judicial a través del voto ciudadano y cuya práctica, establecida en 2009, ha desestructurado al Estado y la administración de la justicia, convirtiendo a tal órgano en algo peor que la cueva de Alì Baba.

Resulta de igual modo imprescindible saber si los que pretenden conducir el poder político, hagan conocer sus propuestas acerca de la independencia de los órganos de gobierno en relación a un ejecutivo  que prescinde de los otros  o los convierte en sus  meros anexos, tal  el caso  de incorporar al Presidente de la Asamblea Legislativa como parte integrante del Ejecutivo.  Como muestra ambas situaciones esperan respuestas concretas.


"CUCHO" JORDÁN Q.

Abogado, docente e  historiador del Derecho

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