Opinión Bolivia

  • Diario Digital | viernes, 19 de abril de 2024
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Centenario de un acto fallido

Centenario de un acto fallido

En plena primavera, este 20 de septiembre se cumple el centenario del primer intento boliviano de retorno a su condición marítima. En efecto, en 1920, tan solo un año después de creada la Liga de las Naciones ( Sociedad de Naciones), embrión de la actual NNUU, los representantes bolivianos presentaron una demanda  en la que invocando el artículo 19 del Pacto de Versalles,  impugnaban el denominado Tratado de Paz y amistad suscrito entre Bolivia y Chile como consecuencia de la guerra  de 1879, en cuyo artículo segundo se reconocía el dominio absoluto y perpetuo del Mapocho sobre los territorios ocupados.

Encomendada la misión a Félix Aramayo, Franz Tamayo y Florián Zambrana, el resultado final no podía ser más desfavorable para el país, puesto que, según muchos entendidos en la materia, la actuación de los comisionados estuvo marcada por la improvisación, además de imprevisiones, tales como el comportamiento de la delegación peruana que convino en presentar una demanda conjunta, para luego defeccionar de ese propósito.

El fallo emitido por la Liga fue el antecedente de otros traspiés sobre la materia, reconociendo que hubo actuaciones dignas de ser consideradas como altamente positivas en el intento de plantear soberanía sobre el territorio perdido: no  existe duda alguna que el de La Haya gana con ventaja cualquier otro intento erróneo y desafortunado.

En el caso de 1920, la opinión pública y la intelectualidad de la época censuró la actuación de los representantes nacionales, particularmente del egregio Franz Tamayo, figura destacada e intocable del Parnaso que ejercía como diputado; desde el llano, el  no menos brillante poeta Dn. Ricardo Jaimes Freyre criticó la actuación del intocable y feroz polemista, quien como le era peculiar, aguardó el momento para demoler a su ofensor y colega de la rima, situación que se presentó cuando Jaimes Freire fue nombrado ministro de Instrucción Pública Agricultura y Guerra,  a cuyas pocas horas de asumir el cargo fue interpelado por el Hechicero de los Andes :

“por sus opiniones contrarias al buen derecho de Bolivia en la cuestión del Pacífico”. Los dardos lanzado por el autor de la Pedagogía Nacional, pese a su inveterada costumbre de polemizar y quedar airoso en esas lides, no tuvieron mayores efectos frente a  un caballeroso contrincante y que además tenía la razón, al afirmar que su contrincante siempre locuaz enmudeció en Ginebra.


"CUCHO" JORDÁN Q.

Abogado, docente e historiador del Derecho

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