Después de cambiar ideas con personas entendidas en materia aeronáutica mundial y ver estudios de Boeing, Airbus y Embraer, hace dos años, por este mismo medio, publiqué una nota indicando que para el 2030 se necesitarían más de 30 mil nuevos pilotos y 15 mil nuevas aeronaves entrarían en vuelo. En ese momento, nadie sabía que la pandemia del COVID-19 cambiaría todos los cálculos de estudio, que tiraría abajo todos los pronósticos sobre temas aeronáuticos. 

La realidad actual es que en nueves meses, más de 2.500 aeronaves se pusieron en tierra, entre ellos los famosos Airbus 380 y los 330, y quedaron suspendidos de sus funciones más de 25 mil tripulantes y más de 220 mil  empleados de aerolíneas, todo esto debido a las restricciones que pusieron casi todas las naciones para que ninguna aeronave llegue a su país y menos pasajeros. De a poco, esto ahora se está abriendo, aunque hay el temor de que la pandemia se vuelva a repetir y nuevamente paralice la actividad aeronáutica.

La anterior paralización llevó al 95% de las empresas aéreas del mundo a una quiebra y de repetirse sería la quiebra total. En nuestro país, BoA, Amaszonas y Ecojet paralizaron muchos días y redujeron sus vuelos al 30% de su capacidad, hecho que ocasionó que su situación financiera sea muy delicada. Lo que más perjudicó a estas empresas y al resto en el mundo fue no poder operar en el exterior por varios meses.

Actualmente, si varios países volverían a poner restricciones, al pasajero le acobardaría viajar por diversos motivos: primero el temor de que vuelvan a cerrar aeropuertos, que cierren hoteles y fronteras, además de no tener la seguridad de volver a su país.

IATA pronosticó que serán necesarios 80 mil millones para salvar a las líneas aéreas en el mundo.

La verdad es que esta actividad, con mucha suerte, en 2023 volverá  a ser como antes de la pandemia. Varias empresas incluyen en el precio del pasaje el seguro de salud, que particularmente cubre el coronavirus.  Debemos aclarar que el turismo se mueve un 69% por vía aérea, por lo que esperemos que todos estemos equivocados y la recuperación de la aeronáutica mundial vuelva mucho antes de lo que pronostican los fabricantes de aeronaves, hoteles y empresas de turismo.

EN VUELO

CONSTANTINO KLARIC F.

Asesor aeronáutico

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