Opinión Bolivia

  • Diario Digital | sábado, 20 de abril de 2024
  • Actualizado 00:00

BoA tiene nueva cara

BoA tiene nueva cara

Quizás este habría sido el artículo que menos hubiese querido escribir por razones muy especiales que anteriormente me involucraron. Sin que tenga nada que ver, pero el pasajero Ágreda Ramírez y otros más me reconocieron para felicitarme como si yo fuera funcionario de Boliviana de Aviación (BoA) para indicarme que se sentían felices del cambio en la empresa aérea, particularmente en la sección de despachos en el aeropuerto de Miami, pero haciéndome notar que era una pena que anteriores funcionarios de origen boliviano los trataban mal y cuando alguién reclamaba les decían “tenían que ser bolivianos”. Por suerte el nuevo Gerente General de BoA hizo cambios radicales. Ahora hay empleados alegres como dijeron varios pasajeros del vuelo 767 del 27 de febrero  en la ruta Miami - Santa Cruz. Personalmente les doy la razón porque yo use solo cuatro veces BoA en esa ruta y el cambio es total. Ahora hay atención preferencial para los adultos mayores y para mujeres embarazadas y con niños, algo que casi ninguna empresa en esa terminal tiene. Esa es la parte buena, pero la dolorosa es que el personal es extranjero. Entre los nuevos trabajadores está José Luis Gonzales, un venezolano, pero de corazón muy boliviano porque ya trabajó con otras empresas aéreas como Aerosur e hizo despachos en los vuelos charter de Amaszonas cuando iba a Miami. Es un personaje muy especial, siempre bien vestido y jamás con el mismo traje algo que lo caracteriza fuera de su cabeza pelada, pero brillante. También están los peruanos José Baella, que atiende con mucho profesionalismo a los pasajeros y la supervisora Ana Martínez. Se suma al equipo Kelly Tamburi, una argentina-nicaragüense, Stephanie Medina, venezolana, y la gerente de Suiwpot que atiende el despacho. Todos ellos muestran la otra cara de BoA. Lo único que es para censurar es la terminal que tiene la línea aérea boliviana a la llegada a Miami donde el pasajero debe recorrer unos 300 metros, algo muy sacrificado para las personas mayores o señoras con niños, quienes llegan a los agentes de inmigración tan fatigados que no saben ni que responder cuando son interrogados. Está es la única parte negativa en el viaje porque la atención a bordo es buena. Otros dos pasajeros  ponderaron la seguridad en los vuelos por los equipos Boeing que presta servicios en Bolivia por más de 94 años y en gran parte de America Latina y porque no decir en el mundo con el índice más bajo de siniestros  frente a sus competidores.