En vista de los innumerables reclamos en contra de BoA por demoras, mal servicio y porque en los años que opera no tomó las rutas que dejó el LAB (Panamá, México, Washington, Bogotá, Cancún), donde con éxito van otras empresas desde Bolivia llevándose las divisas que deberían quedarse en el país, debo aclarar la diferencia entre esta y la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC).

Con cierta autoridad puedo indicar las diferencias, ya que trabajé como director en todas las empresas privadas aéreas bolivianas y fui director, por concurso de méritos, de la OACI, que me contrató como director de asuntos internacionales de la DGAC, donde varios de los acuerdos bilaterales los firmé. Como recalqué en otras notas, en ninguno de ellos se habla de la ATT.

Empecemos por la DGAC, que en estos últimos años elevó el prestigio aeronáutico boliviano y logró obtener la histórica puntuación preliminar de 92,32% de implementación efectiva en materia de Seguridad Operacional, luego de la auditoría de la ICVM de la Organización de Aviación Civil Internacional – OACI. Esta calificación demuestra un sistema de aviación civil sólido y con un rumbo definido al desarrollo en las áreas del personal aeronáutico, operaciones, aeronavegabilidad, navegación aérea y prevención de accidentes e incidentes.

Con este puntaje, Bolivia tiene la posibilidad de incrementar la conectividad con la región y el mundo, y mantener sus altos estándares en el cumplimiento a las normas y métodos recomendados por la OACI para brindar seguridad y calidad en la industria de la aviación civil. Como dijo su director, Gral. Celier Arispe: “Con orgullo podemos afirmar que nuestro país, en materia del sistema de la aviación civil, está en el tercer lugar de la región, gracias al trabajo que día a día realiza nuestra industria aeronáutica por todos los bolivianos...”.

El hecho de que Bolivia sea el tercer país con seguridad aérea en América Latina, debe enorgullecer a los bolivianos ya que considero que somos la única nación en el mundo en no tener un accidente fatal en la era del jet; son 53 años que dice mucho de la seguridad aérea boliviana.

Con referencia a BoA, es una empresa que, lamentablemente, los problemas de mala administración la llevaron a tener elevadas pérdidas, tal como indicaron las anteriores administraciones: aeronaves paradas pagando alquileres, entre otras. Ahí nada tiene que ver la DGAC, porque solo ve la seguridad operacional.

EN VUELO   

CONSTANTINO KLARIC F.

Asesor aeronáutico

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