Opinión Bolivia

  • Diario Digital | jueves, 25 de abril de 2024
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¿Wiphala o Patujú?

¿Wiphala o Patujú?

Entre wiphalas y patujús se mueve un país que nuevamente tiene un conflicto, que para algunos es inventado y para otros representa una falta de respeto a indígenas del país. Estamos en el momento en el que un símbolo patrio puede ser usado como instrumento de división y venganza, dependiendo de quién use el tema o el símbolo en sus fines políticos o judiciales.

Bolivia pasó de tener una rojo, amarillo y verde como bandera a ir aumentando símbolos que son propuestos por quien está a la cabeza del Estado y que considera, unen a los bolivianos.

Con Evo Morales, la wiphala se hace presente como parte de los símbolos que identifican a un país, mencionada como bandera de los pueblos indígenas y las nacionalidades que conforman un Estado Plurinacional y con Jeanine Áñez se da el uso de la bandera de la flor de patujú, que si bien no es un símbolo reconocido, sí lo es la flor de patujú como tal, este último es usado por un gobierno boliviano desde 2019 en representación de pueblos indígenas de tierras bajas.

Ambas banderas son parte de la representación boliviana, tomadas en cuenta por unos o por otros, sin embargo, ese no es el punto, lo que llama la atención es cómo algunos las usan con fines políticos y, una vez más, bajo el engaño de identificación, para movilizar personas y generar división entre bolivianas y bolivianos. Muchas personas pueden googlear y así conocer un poco de historia sobre ambas banderas, y de la misma manera podrán conocer los hechos que marcan violencia y división en el contexto de estos símbolos. Después de lo que muchos consideran fue fraude, y después de lo que otros dicen fue golpe, se da un momento registrado en videos y audios, policías arrancando sus wiphalas de sus hombros como señal de rechazo al gobierno de Evo Morales, una acción que después les traería consecuencias a cada uno de ellos. Si bien el MAS no estaba presente en el lugar, veía todo desde escondites y al parecer anotando nombres y apellidos para cobrar por esas acciones. Fue en ese mismo contexto político que vemos el uso de una bandera del patujú, tal vez en respuesta a una wiphala y con cambas que no se sentían identificados con esa bandera.

Lo sucedido en Santa Cruz hace unos días, otra vez muestra una división que se refleja en símbolos patrios, otra vez cambas y collas frente a frente con banderas exigiendo la presencia en un acto conmemorativo, mientras que la tricolor, y desde lo alto, ve a un país peleado con diferencias que se ahondaron más. Bolivia es rojo, amarillo y verde; nuestra patria se muestra al mundo bajo una tricolor que nos llena de amor por un país hermoso y único, la verdadera Bolivia no se muestra separada y desde otras representaciones que solo son herramientas partidarias que están presentes en conflictos y violentos.

CON LLAJUITA

CLAUDIO ROJAS V.

Periodista y docente universitario

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