Opinión Bolivia

  • Diario Digital | viernes, 19 de abril de 2024
  • Actualizado 17:30

Contando muertas

Contando muertas

Feliz día de la mujer a todas aquellas que luchan contra la violencia día tras día, feliz día de la mujer para aquella persona que lucha por sus hijos y que es padre y madre de sus retoños, feliz día de la mujer para ella que trabaja de día en su fuente laboral y de noche en su hogar.

En un día en el que se felicitan a tantas mujeres y que se prometen días con menos violencia para ellas, no puedo dejar de pensar en esa mujer que tiene miedo que su pareja la mate, en un día como este, no puedo dejar de pensar en aquella mujer que está pasando hambre, mientras trabaja e intenta dar alimento a sus hijos, definitivamente, hoy pienso también en aquella mujer que dio su vida por su familia y que ahora vive en pésimas condiciones, mientras sus hijos se pelean por quitarle su casita o su terreno.

Cada año se habla de la lucha contra la violencia contra la mujer y, es más, ahora tenemos una ley que está para luchar contra este mal presente en nuestra sociedad, sin embargo, siguen muriendo más mujeres, siguen las personas heridas a causa de las golpizas de sus parejas, la norma está en letra y las chicanerías jurídicas se encargan de hacerlas desaparecer para tratar de explicar que un feminicida está mal de la cabeza y que por eso mató.

Vivimos en un contexto en el que la víctima tiene que esconderse en todo momento, vivimos en una sociedad en la que la mujer golpeada tiene que tener miedo hasta de denunciar, los procesos son tan largos que cansan a esas víctimas que no tienen el dinero ni el tiempo para obtener resultados y lograr que su golpeador cumpla pena o deje de maltratarla.

En un día de la mujer salen muchas autoridades a decir que lo más importante es erradicar la violencia, mientras eso se escucha públicamente, una mujer está siendo golpeada en silencio y entre cuatro paredes, por un ser que dice ser hombre y que se siente macho por sacar los puños para una indefensa mujer que solo opta por llorar y después tratar de esconder sus moretones o la sangre que derramó. En los últimos años escuché tantas veces la frase: “Ni una menos” o “Ni una más” y cada día siguen siendo más las víctimas, en una sociedad que esconde este delito, entre familias que piensan que pasar unos pesos o amenazar a la víctima, son las soluciones al problema.

Aquí estamos, contando muertas, contando cifras que aumentan cada día, sin miras de solución y con un futuro que nos traerá más luto a causa de los varoncitos machitos y golpeadores. Espero que el día de mañana, la víctima no sea alguien que sí quieres, y que a los que hacen mal su trabajo, les dé la gana de hacer justicia.

CLAUDIO ROJAS V.

Periodista y docente universitario

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