Opinión Bolivia

  • Diario Digital | sábado, 20 de abril de 2024
  • Actualizado 12:02

Bolivia no se muere

Bolivia no se muere

Bolivia no se muere porque su gente no quiere, este país está hecho de soñadores y luchadores; aquí la gente se reinventa una y mil veces si es necesario ¿o no hicimos eso con la pandemia que todavía nos golpea?

En las últimas semanas tuve la oportunidad de viajar por varios municipios, muchos de ellos muy turísticos y vi un contexto completamente distinto con personas que trabajan con servicios o productos completamente reinventados.

Un país entero fue golpeado una y otra vez por un gobierno que no cumplió ni con los respiradores; por un grupo de políticos y dirigentes que bloquearon las veces que les dio la gana; el país fue vapuleado por aquellos que no quisieron ponerse un simple barbijo y esos otros que pasaron por alto las recomendaciones y medidas de bioseguridad. Bolivia soporta y soportará todo eso.

Nuestra tierra no se murió ni se morirá gracias a quienes se reinventaron, gracias a aquel músico que no trabaja hace siete meses en su rubro y tuvo que crear un “Atora Coto” porque en casa ya no había mucho para el día a día y por detrás estaban las deudas tocando la puerta una y otra vez. Bolivia todavía respira gracias a ese grupo de mujeres, muchas ya sin trabajo, que decidieron ponerse trajes rosados de bioseguridad, se subieron a una moto y se unieron para crear una empresa de delivery.

Somos fuerza y somos pueblo; no solo nos golpea la pandemia, también nos sopapea la corrupción y el desinterés de quienes deberían trabajar y los que deberían dejar de perjudicar, sin embargo, aquí estamos generando emprendimientos. Un deportista que ya no puede subsistir ganando medallas con su bicicleta, ahora y junto a su hermano hace postres y decidió seguir adelante esperando que todo pase para tratar de retomar lo que más le apasiona.

Mi patria no se hundirá porque ante cada caída de su gente, esta se levanta y con más fuerza, porque esa mujer que fue despedida gracias a una mentirosa “reestructuración”, ahora vende muebles elaborados con material reciclable, apoyada por las manos de toda su familia.

Restaurantes con mesas separadas y mucho alcohol en gel para ingresar y con meseros usando barbijos; payasitos que no dejaron de lado sus uniformes de trabajo y  mientras los usan venden comida, ofrecen shows en puertas de casas o con mochila en la espalda fumigan viviendas.

Bolivia es esta, hecha de bolivianas y bolivianos que saben luchar y salir adelante… claro, están los que hacen todo lo contrario, pero en esta columna no importan.

CLAUDIO ROJAS V.

Periodista y docente universitario

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