Opinión Bolivia

  • Diario Digital | martes, 23 de abril de 2024
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Amor para Koki, no machete

Amor para Koki, no machete

Nadie te obliga a tener un perrito en casa, nadie te puso una pistola para que lo cuides y lo alimentes. Entonces, ¿por qué lo lastimas?, ¿por qué lo envenenas?, ¿por qué lo matas?, acaso ¿no es más fácil darle una familia de verdad o encargarte de que la hembrita no tenga más crías? Tenemos que luchar para que el biocidio se extinga.

Un nuevo caso, el de Koki, vuelve a sacudir nuestra sociedad. Se trata del perrito que fue atacado con un machete por un salvaje; es la mascotita que tuvo que ser sacrificada por veterinarios porque ya no podían salvarle la vida. Es el can que terminó cortado por todas partes, dejándole heridas que solo se podían ver en una película de terror. Un animalito estaba muriendo en la camilla de una veterinaria, con un dolor inimaginable y el responsable, me imagino, que pensaba que solo lo había lastimado y ya.

No podemos vivir en la ignorancia de que un animalito tiene que ser víctima del amo, no podemos seguir en un contexto en el que matar a un animalito solo te lleve por dos a cinco años a la cárcel, si es que te encuentran culpable. La ley tiene que tener sanciones más drásticas, y es que vivimos en un mundo en el que si no te castigan con algo que realmente sientas, simplemente no funciona.

Me tocó estar en tantas coberturas que tenían en su interior historias de tristeza, dolor y muerte por la partida de un animalito, provocada por la crueldad de un ignorante que no tiene la más mínima idea de tener una mascota. No entiendo dónde está la complicación de simplemente evitar tener una mascota. Si eres un asesino o si piensas golpearlo, colgarlo de un árbol o echarle agua caliente, simplemente no tengas uno y evita hacerlo.

El maltrato animal es una realidad, pregúntenle a una casera que vende animales en La Pampa ¿cómo los tiene?, ¿cómo los almacena?, ¿los alimenta? Hace tanto tiempo que tenemos en Cochabamba un problema a vista y paciencia de todos, no sé si puede más un sindicato de comerciantes o el dolor de animalitos; no se trata de un solo puesto, son varios. Ahí, mucha gente comercializa animales sin ningún cuidado, para ellos no son mascotitas, son mercadería.

Un animalito es un ser especial, es también el resultado de la creación de la que somos parte; un animalito es una vida y nadie tiene el poder sobre uno de ellos. Si decides tener a un ser de cuatro patitas podrías cuidarlo y darle mucho cariño, no es una obligación, como tampoco es obligado tenerlos en casa.

CON LLAJUITA

CLAUDIO ROJAS V.

Periodista y docente universitario

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