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  • Diario Digital | viernes, 19 de abril de 2024
  • Actualizado 11:18

Acoso y universidad

Acoso y universidad

Un docente tomó como opción el hacer que sus alumnas vayan a buscarlo a su oficina, después de que les pusiera una nota de aprobación, calificación que no merecían. Un docente acusado de acoso salió a decir públicamente que en su materia se hacían degustaciones como parte de las actividades académicas, una actividad en la que, según la denunciante, se hacía parrillada con consumo de bebidas alcohólicas. Así explotó un tema que, según muchos comentarios en redes sociales, es recurrente en la U.

El acoso en universidades, el acoso en carreras, en facultades, un tema del que escuché hablar muchas veces y del que se comenta tanto hace varios años; un tema del que se habla y se escucha y del que poco o nada se hace. El acoso en aulas académicas y los docentes que se encargan de pedir algo a cambio de una nota de aprobación.

No quiero apuntar a una sola universidad, porque no me consta y no sería profesional de mi parte señalar que se trata de una problema que solo se da en tal o cual casa superior de estudios. Prefiero hablar del problema y es ahí que encuentro las versiones e historias de otro docente que hace que sus alumnas vayan a dar su examen en falda y cumplan con una pasarela de moda, todo, supuestamente para estar a la altura de un examen, actividad en la que además se les toma fotos y videos. También me llega la historia de aquel docente que pide a la alumna visitar su domicilio para dar su examen y entre copas o comidita, todo saldrá mejor.

La docencia es una hermosa actividad en la que se puede entregar conocimiento a estudiantes que buscan su título profesional y que quieren ser alguien más en este mundo de competencias. La docencia se muestra como la oportunidad de impartir ciencia y academia, todo para formar nuevos profesionales en todas las áreas. La docencia es ese hermoso camino que tienen los actuales estudiantes para perseguir sus sueños, todo gracias a su estudio y el buen esfuerzo de una persona que optó por enseñar.

La docencia, en algunos casos, lamentablemente también se convierte en el lugar perfecto para que dinosaurios o gente sin experiencia alguna dicte clases que no entiende o que solo las saca de un texto plasmado en un libro o en internet. Permite a algunas malas personas, convertir a la docencia en la herramienta perfecta para vulnerar los derechos de una dama que solo quiere salir adelante y competir en un mundo de varones.

No podemos dejar de hablar de los malos docentes y de las atrocidades que cometen, sin dejar de hablar de quienes les permiten incumplir normas que van más allá de lo académico o de un consejo de carrera. Es necesario que ante el primer indicio de una irregularidad, se tome acciones de indagación, ya que ante todo está la autonomía, ojalá se haga autonomía basada en las directrices de la Constitución Política del Estado.

Las mujeres, en general, no tendrían que luchar contra feminicidios o acoso, las mujeres deberían luchar por llegar, lo más rápido posible, a ser competencia para cualquiera en cualquier instancia, a ser profesionales e independientes más allá de lo que decidan hacer con sus vidas. Necesitamos menos denuncias de acoso en universidades y más alumnas destacadas que obtengan buenas calificaciones gracias a su esfuerzo.

CON LLAJUITA

Claudio Rojas V.

Periodista y docente universitario

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