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  • Diario Digital | sábado, 20 de abril de 2024
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Sombras de mujeres

Sombras de mujeres

Elegir libremente a la pareja, casarse por elección, divorciarse, optar por la custodia de los hijos, acceder a la educación, al trabajo o a poder votar son algunos de los frutos de las luchas  de las mujeres a lo largo de nuestra historia.  

Por eso es necesario recordar a nuestras pioneras, heroínas de toda estirpe, intelectuales, patriotas, amas de casa, aquellas mujeres blancas, mestizas  e indígenas de distintas clases sociales que  entregaron sus vidas para construir una sociedad  menos excluyente  y discriminadora. 

Imaginemos esto: “Mujeres que abandonaron la religión, prostituyeron el pudor y finalmente vivieron con el mayor desenfreno…”  así se expresó el general Pezuela, de las mujeres paceñas que apoyaron la revolución de julio de 1809, sobre las que posteriormente recaen castigos con una orientación particularmente ensañada con su feminidad (paseos públicos desnudas, con la cabeza rapada, violaciones, etc),  pese a  estos sacrificios, ninguna mujer estuvo presente en la asamblea constituyente del 6 de agosto de 1825. 

Sin duda, ha cambiado la situación de las mujeres desde la colonia,  pasando por la República hasta nuestros días,  sin embargo, sigue siendo un desafío la cualificación de su presencia en el escenario político que la convoca para completar las listas; pero no lo hace para tomarla en cuenta en las decisiones. 

Para las nuevas generaciones puede ser casi  inimaginable una sociedad donde las mujeres  no tuviesen los derechos y libertades de las que hoy gozamos, pero muchos todavía hoy se resisten y  algunos candidatos se aprovechan prometiéndoles un feliz retorno del patriarcado a cambio de su voto,  por lo cual debemos estar vigilantes y listas para defenderlos, no vaya a ser que en un descuido terminemos retornando al pasado.

 En este breve recordatorio no puedo dejar de mencionar a la poetisa Adela Zamudio, que nació  en un siglo en que aún no se aceptaba la educación  general de la mujer y que a su inteligencia y talento suma el mérito de haber sido autodidacta. 

Adela es el símbolo perfecto de la tenacidad, la audacia y valentía de nuestras compatriotas, por eso la presidenta Lidia Gueiler instituyó el 11 de octubre -su natalicio- como día de la mujer boliviana.