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  • Diario Digital | jueves, 28 de marzo de 2024
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La otra defensoría

La otra defensoría

La Asamblea Legislativa se ha anotado un punto a favor, logrando el primer acuerdo, y ojalá no el último,  entre el oficialismo y la oposición, sobre el reglamento y la convocatoria para selección del nuevo Defensor o Defensora del Pueblo, con lo que se ve próximo el fin del interinato más prolongado de la historia de esa institución. 

Sí, contar con una defensoría del pueblo de verdad nos hace falta, porque la credibilidad de las instituciones públicas en general es muy baja y no hay instancias con la legitimidad necesaria para defender los derechos humanos en el país, pero también es imperativo contar con otra defensoría: la defensoría de la Madre Tierra.  

El 21 de diciembre de 2010 se creó, así dice la ley, la Defensoría de la Madre Tierra para velar por los derechos de la naturaleza, sin embargo, parece haber sido eliminada de la agenda política del oficialismo y de la oposición, sobre todo después de que los cooperativistas mineros el año pasado expresaran su rotundo rechazo por considerar que su implementación es un atentado contra  los intereses de su sector. 

Esta postura no debe sorprendernos, las cooperativas mineras, legales e ilegales, asedian las áreas protegidas y más recientemente el Madidi. Tampoco está demás recordar que la minería constituye un foco importante de contaminación ambiental por los desechos mineros, relaves y más aún la minería aurífera, ya que la desregulación de esta actividad es tan inquietante que los relatores de Naciones Unidas para Sustancias Tóxicas y Derechos Humanos y Derechos de los Pueblos Indígenas, han remitido una carta al Estado y se ha celebrado una audiencia en la Comisión Interamericana para denunciar la falta de voluntad del Gobierno de controlar la minería, o de reducir la importación de mercurio por el impacto interno y  transfronterizo que su uso tiene en la salud de la población y en la naturaleza. 

Así que, necesitamos una Defensoría de la Madre Tierra tanto o más que una Defensoría del Pueblo, pues no serán el Ministerio de Medio Ambiente y Agua, el Sernap, la Autoridad Jurisdiccional Administrativa Minera ni soyeros o ganaderos quienes defiendan a la Madre Tierra, o tan siquiera un medioambiente sano para sus futuras generaciones.

ABAJO Y A LA IZQUIERDA

CECILIA CHACÓN R.

Feminista y exconcejala por la ciudad de La Paz

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