La absurda cruzada
Se ha lanzado esta semana una campaña para recolectar firmas para reformar la justicia en el país, la propuesta consiste en crear un “nuevo sistema” de selección y elección de magistrados, manteniendo el voto popular, además incluye la inscripción en la Constitución de un porcentaje mínimo de presupuesto para el Órgano Judicial y, por último, la “revitalización” de la justicia indígena.
Respecto al primer punto de la propuesta la pregunta es: ¿Cuál la diferencia de que los candidatos sean preseleccionados por la Asamblea Legislativa o por una Comisión Nacional de Postulaciones? ¿Qué garantía tenemos de que no ocurra en esa comisión lo mismo que en la Asamblea, qué la hace impermeable a la politización partidaria? Nada, no hay forma de que el cambio de una por otra resuelva el problema.
Por otro lado, sustituir el sufragio por un referéndum, como bien señala el abogado Gustavo Blacutt, solo implica que los candidatos ya no se elijan con mayoría simple, sino que deben conseguir mayoría absoluta (50 por ciento más uno de los votos), algo que, como están las cosas, inviabilizaría la misma elección y que podría terminar en una espiral infinita de selección, referéndum, nueva selección…
Pretender fijar un presupuesto mínimo para el Órgano Judicial como parte de la solución, equivale a pensar que la crisis de independencia pasa por la falta de recursos, algo muy ingenuo, y en cuanto a la elección directa de magistrados indígenas bajo sus usos y costumbres, puede que el punto sume apoyos; pero tampoco es parte sustancial del problema.
Lamentablemente, ninguno de los componentes de la propuesta del ex alcalde de La Paz Juan del Granado y los autodenominados “juristas independientes”, nos acerca al anhelado fin: tener un órgano judicial independiente del poder político y con jueces idóneos para impartir justicia, pues aunque se lograra conseguir las firmas exigidas por el Órgano Electoral y se realizara el referéndum, las modificaciones planteadas no suponen un cambio de fondo.
Por ello, esta cruzada para recolectar más de un millón de firmas en 90 días es absurda y no parece servir más que para que algún nostálgico haga tour de medios y para desgastar a la población en un esfuerzo innocuo.
ABAJO Y A LA IZQUIERDA
CECILIA CHACÓN R.
Feminista y exconcejala por la ciudad de La Paz