Opinión Bolivia

  • Diario Digital | viernes, 19 de abril de 2024
  • Actualizado 22:24

Salud mental y educación

Salud mental y educación

El suicidio, un tema de conversación “complicado” y muchas veces rechazado. Sin embargo, su anulación explícita no lo diluye o previene, y esto lo demuestra no mis palabras, sino el hecho de que Bolivia, según la OMS, es el país con más suicidios de adolescentes en todo Latinoamérica y el tercero en el mundo. Entonces, ¿que deberíamos hacer?

El sistema educativo. Qué mejor lugar para prevenir, identificar e intervenir la intención suicida que los colegios, esas instituciones en las cuales los adolescentes pasan gran parte de su día a día. Las cuales, sin embargo, debido a la actual pandemia se han vuelto en muchas ocasiones un factor de riesgo. 

Si bien el sistema educativo actual ya era ampliamente criticado por muchos estudiosos del tema, al menos conservaba la posibilidad de interactuar generando así diferentes habilidades emocionales y sociales. 

Los educadores. Un grupo de profesionales que, si bien no están relacionados directamente a la salud mental, pueden hacer mucho por ella. 

El profesor o profesora, en muchas ocasiones, llega a conocer más a sus alumnos que los propios padres, y recíprocamente muchos estudiantes depositan su confianza en estos. Entonces, ¿por qué no aprovechar esta fortaleza, y capacitar a estos profesionales en técnicas de contención emocional y detección del pensamiento suicida o de síntomas de depresión?

Un sistema de salud mental público. 

Llegados a este punto, imaginémonos que tenemos un sistema educativo que promueve la higiene mental y fomenta la interacción social, además de esto un grupo de educadores capacitados y preocupados por el aislamiento de alguno de sus estudiantes, obviamente es un avance inimaginable, sin embargo, necesitamos un sistema de salud mental público que funcione y que provea de espacios en los cuales los adolescentes puedan trabajar sus situaciones emocionales de forma grupal e individual.

Un sistema público que intervenga eficazmente y sin burocracias en situaciones de bajo, mediano y alto riesgo de suicidio.

PSICOLOGÍA Y SOCIEDAD 

BÁRBARO F. RODRÍGUEZ L.

Psicólogo

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