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  • Diario Digital | jueves, 28 de marzo de 2024
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La ansiedad al futuro

La ansiedad al futuro

El ser humano se encuentra inmerso en medio de diferentes dinámicas sociales y laborales que en ocasiones eliminan o disminuyen el contacto familiar, y los espacios de reflexión individual. Dinámicas laborales y sociales que generan un constante movimiento enfocado a la productividad, este movimiento hace que la persona postergue problemas familiares, de pareja, conversaciones incómodas, decisiones importantes, etc. Sin embargo, este año se detuvo casi por completo esta gran maquinaria o rueda que nos mantiene “ocupados” y en ocasiones dota de sentido la vida de muchas personas.

El confinamiento. La cuarentena total aplicada en el país tuvo una función de protección importante para evitar fallecimientos a causa de contagios por COVID-19. Sin embargo, fueron también muchos los aspectos negativos para la salud mental del individuo. En el confinamiento aumentaron los índices de divorcio, de suicidios, de maltrato intrafamiliar, de feminicidios, de consumo de drogas legales e ilegales, de desórdenes alimenticios, la pérdida inesperada de familiares y amigos, y el desempleo. Ahora al concluir el año, y encontrándonos en un periodo de reuniones familiares y celebraciones, existe la incertidumbre de la posibilidad de un nuevo confinamiento, debido a un inminente rebrote del virus a nivel nacional, aunque no se limita a un aspecto tan macro esta incertidumbre, ya que también está muy presente el “miedo” a ser contagiado o a contagiar durante estas fiestas de fin de año.

Creencias irracionales. Tenemos que comenzar a disminuir los pensamientos que pueden dañarnos evitando las generalizaciones, el catastrofismo y las expectativas rígidas hacia el futuro, etc. Estos son pensamientos que generan en su gran mayoría ansiedad, ya que detonan en nosotros desesperanza y miedo. Esto puede combatirse enfocándonos en situaciones presentes y a nuestro alcance, descomponiendo los problemas en diferentes pasos y componentes para que su resolución sea viable, y disminuir así los factores que pueden estar generando estrés y ansiedad. Por último, es importante que comprendamos que en muchas ocasiones no son los eventos y situaciones las causantes de nuestra ansiedad y estrés, sino que son los pensamientos y perspectivas que tenemos sobre estas situaciones las que van a permitir que sean generadoras de ansiedad o no.

PSICOLOGÍA Y SOCIEDAD

BÁRBARO RODRÍGUEZ L.

Psicólogo

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