Opinión Bolivia

  • Diario Digital | viernes, 19 de abril de 2024
  • Actualizado 18:20

Efemérides

"Cucho" Jordán Q.
Efemérides

Cochabamba conmemoró la gesta libertaria del 14 de septiembre en un marco de austeridad y patriotismo, lejos de la bullanguería, y muy acorde a la sobriedad y la solidaridad con los pueblos orientales que se debaten entre el miedo y la desesperanza. No podía ser de otra manera, así lo comprendieron sus autoridades ediles y particularmente su Alcalde, que en los nueve meses de gobierno interino y provisorio pudo paliar la desazón y la vergüenza que sus antecesores, quienes, no obstante, el voto democrático que les favoreció, empañaron sus gestiones. La Justicia - de la que muy poco se puede esperar –pronunciará, en algún momento, su veredicto definitivo. 

Considerando atinada la conmemoración en el marco de  discreción que se le imprimió, la moderación no es obstáculo para el recordatorio de magna fecha que traduce el ímpetu y el carácter de un pueblo heroico que buscó denodadamente su libertad. Ser cochabambino no es solo un gentilicio, es mucho más, supone una vocación y un destino, conceptos que se hallan íntimamente vinculados  a la tradición y la cultura, las realizaciones y los anhelos. La cochabambinidad es una especie de crisol, en el que se amalgaman todas las raíces profundas e irrenunciables de nuestros ancestros, cultura, suelo y cosmos. Es un modo de vida singular dentro de la pluralidad. Esta condición necesariamente nos enlaza con la gran patria, que hoy más que nunca, nos duele en toda el alma. 

Otro pueblo hermano y vecino hace más de 40 días se halla arrasado por las llamas, consecuentemente, arde la patria toda, ante ojos ciegos y los oídos sordos de las autoridades nacionales; quienes, no obstante las exigencias de toda la población, se niegan en rotundidad declarar el desastre nacional. 

La Conferencia Episcopal Boliviana CEB ha hecho conocer su voz: la normativa que favorece los chaqueos es de responsabilidad gubernamental, exigiendo que por el interés común, se tomen medidas inmediatas. El primer Mandatario ante la prensa sostiene: "Es importante el control del chaqueo correspondiente, pero también quiero que sepan;  las pequeñas familias, si no chaquean, de qué van a vivir”. Grupos sindicales acusan a la oposición y la iglesia de utilizar el tema como bandera política. Organismos de derechos humanos  claman por el decreto gubernamental que permita la colaboración y la ayuda internacional necesaria. Al respecto, el Gobierno manifiesta: “La ayuda internacional llega tarde, es momentánea y poca”. Pese a ello no toman la única iniciativa válida que impida mayores y peores trágicas consecuencias. Allegados al régimen marchan exigiendo que se levanten las determinaciones legales que establecieron un alto a la práctica de quema; el partido oficialista los aplaude y patrocina enfrentamientos.

Quienes en forma sacrificada y heroica, sean civiles o militares enfrentan los incendios, reconocen la precariedad e insuficiencia de los medios de que se valen para enfrentar la acción devoradora del fuego; nada de ello es suficiente para que el Gobierno tome la única decisión válida. Los días que vendrán son aciagos, solo nos queda la esperanza, y como dijo el poeta: “La victoria crecerá despacio, como siempre han crecido las victorias”.