Opinión Bolivia

  • Diario Digital | jueves, 18 de abril de 2024
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Cochabamba de luto

Cochabamba de luto

Gonzalo Maldonado R.

“Cochabamba de luto” es una frase que dice mucho, y esa es la realidad que vivimos los cochabambinos. 

Han transcurrido 55 años desde la promulgación de la Ley del Parque Nacional Tunari y los trabajos de visionarios, entre ellos, el alemán Beno Marcus, dejaron un patrimonio, pero poco a poco vemos cómo el esfuerzo desaparece.

Arde el Parque Tunari y en su afán de voluntario muere un joven por falta de auxilio, decidido a todo. ¿Será posible no destinar dinero para apoyarlos? Sin embargo, sí hay para otras actividades que no son indispensables, cuando esta solicitud es prioritaria.  Cuidado que sea como la Chiquitanía, al menos el Alcalde entendió y suspendió la Serenata Cochabambina.

Y ¿porque más? Tenemos un río Rocha y tres lagunas (Alalay, Coña Coña y Quenamari) que están casi muertas; la basura en calles, canales, torrenteras, cerros y caminos.

Pese a leyes, ordenanzas y reglamentos no se ha logrado que las autoridades trabajen por dar una solución global.

Para las campañas electorales se ofrece “haremos”, luego “estamos trabajando”, sin embargo, son casi 20 años y todo quedó en papeles y discursos.

Los cochabambinos no tenemos qué festejar, habrá que solamente rendir homenaje a los patriotas y personalidades que hicieron de Cochabamba la segunda ciudad más importante.

Actualmente, nuestro departamento tiene uno de los últimos índices de desarrollo humano; el ingreso per cápita con 35 bolivianos por día es de pobreza, situación que se refleja aún más en las provincias de Arque, Independencia, Bolívar y las del Cono Sur, que se han convertido en expulsoras de gente que migra a distintas partes. Por esos motivos, creemos que el Chapare sigue creciendo, mientras otros salen a la Argentina, Chile y Europa.

Se dice que después del aeropuerto y las obras de Misicuni en la cordillera y su central de energía en El Paso, no hay más. Ahora no nos dirán que el “tranvía” es desarrollo, que hacer dos caminos en el trópico y occidente es un triunfo.

Con tanto dinero que generaron los precios altos de los hidrocarburos y minería deberíamos tener resuelta la conexión entre Confital y Entre Ríos, además de otras obras pendientes que necesita el departamento.