El periodismo es el mejor oficio del mundo, decía Gabriel García Márquez ante la 52a Asamblea de la Sociedad Interamericana de Prensa en Los Ángeles, el año 1996. Hoy surgen desafíos que ponen a prueba a los periodistas de todo el mundo, desafíos que brotan a partir del vertiginoso desarrollo de la tecnología, la innovación constante y los cambios de lógica en las distintas narrativas periodísticas de cada medio de comunicación.

Las nuevas tecnologías han cambiado el juego rotundamente, y los sucesos políticos, sociales y económicos han evidenciado la necesidad de pensar en un nuevo periodismo, llevando a reflexionar sobre el manejo de información y nuevas formas de encararlo en los últimos años. Con toda esta revolución, las universidades deben estar listas para preparar a los futuros periodistas.

Como docente, me cuestiono constantemente sobre estos cambios. María José Andrade, directora de Radio Kancha Parlaspa, contaba que, en la época del conflicto, los periodistas de radio no debían estar solo con su grabadora en mano para hacer la cobertura, también debían grabar video e incluso transmitir a través del Facebook lo que ocurría, esto por la inmediatez de las nuevas tecnologías.

En torno a esta revolución, la carrera de Comunicación Social decidió actualizar su currícula y guiar al periodismo desde su especialidad (escrito, radio, televisión) hacia una narrativa transmedia, que permita realizar un tratamiento de la información, presentando las noticias como los bloques que construyen discursivamente la realidad social a partir de los hechos, siguiendo el paradigma de la información como bien público y a partir de la necesidad de las personas.

Se tendrán módulos sobre el tratamiento de información y fake news, comprensión del manejo de redes, periodismo multimedia, entre otros, todos pensados en lograr un periodista especializado en su medio, pero con la capacidad de traducir la realidad a un lenguaje transmedia, que sea descifrado en cualquier plataforma.

Es un compromiso: avanzar en torno a las necesidades de la sociedad, a los cambios y desarrollo en distintas áreas de la profesión, investigando y, sobre todo, continuar buscando la excelencia académica, humana y profesional que debe caracterizar a un periodista.