Educación medieval
Imaginemos una sociedad medieval europea. Mucha gente dedicada a labores de sobrevivencia y otros, pocos, dirigiendo la organización de estas sociedades. Entre estos pocos, aquellas personas que se dedicaban a la formación, no solo teológica en el Trivium (latín, gramática y retórica) sino incluso de aritmética, geometría, astronomía y música en el Quadrivium, además de historia natural. De las escuelas “catedrales” o sea asociadas a la cátedra local, es decir al obispo, salían los “Jus ubique docendi”, vale decir personas que podían enseñar donde sea.
Con el tiempo y el crecimiento de estas escuelas, que luego comenzaron a ser llamadas Studia generalia, nacen las Universitas que atraían a estudiantes de repúblicas y feudos distantes. Al principio, las universidades estuvieron vinculadas a los gobiernos comunales y la Iglesia local, pero que con el tiempo se fueron independizando ideológica y subsidiariamente.
Este desarrollo muestra la gran necesidad de conocimiento de aquel entonces. Sin embargo, no faltaban las dificultades como la difusión de los libros que no era masiva o la escasa disponibilidad de personas dedicadas a funciones académicas, por citar algo.
La educación se enfocaba fuertemente en la memoria, pues aprender significaba ser capaces de repetir fielmente el conocimiento para perpetuarlo. Si bien, la discusión y el debate eran importantes, pero antes debía superarse la prueba de la lectio (lectura) a partir de la quaestio (preguntas del tipo lectura de comprensión).
Si hacemos un salto en la historia, veremos que las condiciones sociales, económicas y políticas hoy han cambiado radicalmente; incluso la manera de educar ha evolucionado, principalmente, por la explosión tecnológica.
Ahora imaginemos hipotéticamente, alguien que ha sido educado en la Edad Media haya viajado en el tiempo y el espacio, debiendo desempeñarse profesionalmente en Bolivia. ¿Cómo se sentiría este viajante del tiempo? ¿Cuál sería el desempeño académico o profesional? Cualquiera que haya sido su respuesta podría aplicarse a un estudiante boliviano actual que sigue aprendiendo sobre la base de habilidades mnemotécnicas, acerca de contenidos que están alejados de su contexto de vida y con una muy reducida posibilidad de aplicación práctica inmediata.
CONSTRUIR COMUNIDAD
ALFONSO ALARCÓN
Docente Tiempo Completo Comunicación Social UCB