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  • Diario Digital | jueves, 28 de marzo de 2024
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Acción comunal en una vereda científica

Acción comunal en una vereda científica

La dinámica que ha tenido la memoria alrededor del recuerdo da pie a que la investigación educativa constituya un campo abierto a diferentes perspectivas. También, supone oír la voz de las personas de la comunidad y aceptar sus decisiones. Buscar la esencia humana del investigador. A lo largo de los siglos han existido cientos de métodos para intentar dar soluciones a problemas complejos. Pero si se separa el grano de la paja, y se entiende que las aplicaciones torpes y confusas no invalidan al método sino a quien lo aplica, es posible ver que para el trabajo comunitario la investigación acción participativa pasa a ser fundamental para producir conocimiento. 

Desde los años 70 hasta la fecha, queda claro que este método no tiene una fácil aplicación, que requiere de tiempo, dedicación y cuidado. Además, de su demanda constante de compromiso, responsabilidad y organización. Pero se vuelve invaluable cuando resalta ese continuo aprendizaje, esa construcción dinámica del día a día. Esa realidad existente porque es construida y deconstruida de diferentes formas cada día. En esa búsqueda de caminos para superar problemas como la vulnerabilidad socio ecológica en áreas rurales y urbanas. Se trata de construir la individualidad de la academia en el proceso de relación con otros. Porque sin relaciones no hay individualidad. Desde la investigación acción partitiva es posible la transformación no solo de saberes, sino de situaciones. 

Extraordinario método que permite la investigación activa y participativa, como si tuviera efecto mágico de cambio, pero en realidad es la conciencia unida a la acción, proporcionada por el diálogo igualitario entre personas. Ya que, la mayoría de las veces se tiende a pensar en comunidad como grupo que recepciona información y además es vulnerable, saturados de problemas que solo los científicos racionales pueden solucionar como gran salvación. Cuando la acción participativa busca reconocer una bidireccionalidad dentro de sus prácticas. Que es posible poner las herramientas de la ciencia y la educación en pro de una construcción de conocimiento colectivo. Donde el “conejillo es parte activa de las soluciones a los problemas de su entorno. 

CONSTRUIR COMUNIDAD

alejandra baeza torres

Investigadora asociada VLIR-UCB

[email protected] 

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