La pandemia ha enfrentado a los sistemas educacionales de todo el mundo a un desafío sin precedentes. En marzo de 2020, en un contexto de mucha incertidumbre y a dos meses de haber dado inicio al año en nuestro país, se decretó el cierre de los establecimientos de educación escolar. Lo anterior afectó a más de 3 millones de estudiantes de nuestro sistema. 

En abril de 2020, 194 países llegaron a tener sus escuelas cerradas de manera simultánea, afectando a 1.480 millones de estudiantes a nivel mundial. Desde mediados de ese mismo año, el Ministerio de Educación comenzó a promover el retorno presencial en aquellos lugares donde las condiciones sanitarias lo permitieran; a pesar de esto, los avances de la pandemia impidieron un retorno permanente y paulatino.

Cada vez más conscientes de la importancia de retorno a clases presenciales, el Ministerio de Educación comenzó desde fines de 2020 a implementar las medidas que permitirían al sistema educativo preparar la apertura de escuelas en 2021. Después de más de un año de pandemia, se han hecho importantes esfuerzos por abrir más y mejores espacios de diálogo colaborativo para escuchar diversas opiniones; en ese contexto, se realizó un congreso con todas las organizaciones sociales y los maestros, espacio que conectó múltiples puntos de vista y experiencias. A continuación, se presentan los principales hallazgos, reflexiones y conclusiones de la jornada.

¿Por qué es recomendable el retorno a clases presenciales?

La evidencia internacional y distintos organismos (ONU, Unesco, Unicef, Banco Mundial, entre otros) han enfatizado los efectos negativos de la suspensión de clases presenciales: 

● Efectos negativos sobre los aprendizajes. 

● Aumento de la deserción escolar.

 ● Efectos negativos sobre la salud mental y el desarrollo de habilidades no cognitivas.

 ● Aumento de brechas de rendimiento según nivel socioeconómico. 

● Aumento a exposición a situaciones de violencia y abuso.

Un estudio realizado en conjunto con el Banco Mundial estimó que los estudiantes del país podrían perder, en promedio, el 88% de los aprendizajes de un año producto de la suspensión de clases presenciales. Finalmente revelaron que los estudiantes, con énfasis desde 1° a 6° de primaria en adelante, no lograron los conocimientos suficientes en lectura y matemática. 

FORO 

ALAN TICONA ÁLVAREZ

Maestro rural

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