Opinión Bolivia

  • Diario Digital | jueves, 28 de marzo de 2024
  • Actualizado 16:35

Uso de audífonos dispara sordera entre los jóvenes

El 10% de los adolescentes de 14 años ya tiene algún daño auditivo. La exposición a un elevado nivel de ruido, durante horas, mata las células.<BR>
Uso de audífonos dispara sordera entre los jóvenes



Alrededor de un tercio de los adolescentes y jóvenes de hasta 18 años sufre de tinnitus, aquel molesto zumbido que a menudo deriva en la pérdida de la audición.Un problema que crece por el uso cotidiano de audífonos o auriculares para escuchar música. 

El tinnitus es causado por un daño temporal o permanente en las células de los vellos cocleares, ubicadas en el oído interno. Su función es reaccionar a las vibraciones del sonido y pueden verse dañadas por sonidos muy fuertes. “El principal factor es el trauma acústico: dosis de ruido de alta intensidad y en forma permanente”, explica Paul Délano, otorrino del Hospital Clínico Universidad de Chile e investigador del programa de Fisiología del Instituto de Ciencias Biomédicas (ICBM) de la Facultad de Medicina de dicha universidad, según cita el portal Nuestra Comunidad. 

El jefe del servicio de Otorrinolaringología del Hospital del Trabajador, doctor Francisco Otárola, comenta que pesquisas en adolescentes de 14 años muestran que el 10 por ciento ya tiene algún daño auditivo. 

Pese a la gravedad de la situación, los jóvenes no lo ven como un problema, no les avisan a sus padres o profesores que padecen tinnitus ni acuden a un médico especialista para consultar y tratar el tema. Así, solo crece la posibilidad de que el daño se vuelva irreversible. La gente no consulta y los pocos que sí lo hacen ya tienen audiometrías o exámenes en los que se esboza un daño. 

La Organización Mundial de la Salud (OMS) ya advirtió que más de 1.100 millones de adolescentes están en riesgo de sufrir problemas en su audición, sobre todo por el uso de dispositivos portátiles para escuchar música. 

Estos alcanzan niveles mucho más altos que los discman o walkman del pasado: pueden llegar a alrededor de 120 decibeles por hora. “Lo máximo recomendado son 80 a 85”, dice Otárola. Para tener una idea, el ruido en el centro de una ciudad como Santiago oscila entre los 70 y 85 decibeles; en una discoteca llega a los 100 o 110. 

Un estudio del centro Gaes y la Asociación por la Superación de la Discapacidad (Asudis), dado a conocer en 2015, muestra que el 25 por ciento de los chilenos utiliza sus sistemas de audio al 100 por ciento de intensidad y por 3 o 4 horas al día. Si a eso se suman ambientes ruidosos (como el metro o el centro de la ciudad), las perspectivas no son positivas. “Si estás expuesto muchas horas al día a ese nivel de ruido, el oído no es capaz de recuperarse sin dejar secuelas y las células se van muriendo. Es un tema de intensidad y tiempo de exposición”, agrega Otárola.

Según la Organización Mundial de laSalud (OMS), el 50 por ciento de las pérdidas de audición es prevenible con medidas de salud pública. Estas medidas son: Inmunización; hábitos saludables para cuidar el oído y la audición; tratamiento eficaz de los trastornos agudos y crónicos del oído.

La sensibilización es esencial para el cuidado eficaz del oído y la audición. Es preciso fortalecer la sensibilización entre: las comunidades; los profesionales del sector sanitario; las instancias normativas; los asociados internacionales.

El portal argentino Rosario Nuestro alerta que para 2050 más de 900 millones de personas sufrirán de pérdida auditiva. “La hipoacusia puede ser repentina, rápida e inexplicable; como la hipoacusia súbita, que suele afectar a un solo oído de forma parcial o total. También se pude manifestar de forma progresiva como en el caso de la presbiacusia donde el paciente pierde paulatinamente su capacidad auditiva. Este tipo de sordera se da mayormente en personas de edad avanzada, ya que se asocia con el deterioro producido en el sistema auditivo generado por la edad. La hipoacusia inducida se produce por una exposición constante a ruidos elevados, explica Mónica Matti, Fonoaudióloga y Asesora de Gaes Centros Auditivos.

Se pueden identificar diferentes tipos de hipoacusias considerando el grado de intensidad en decibeles, o según la localización de la lesión.

La pérdida de la capacidad auditiva ya sea total o parcial, tiene consecuencias sociales y económicas para aquellos que la padecen.

En los niños es importante el diagnóstico rápido, ya que cuanto más pequeños sean al comenzar un tratamiento más posibilidades tienen de desarrollar el habla y poder interactuar con mayor facilidad con el mundo que lo rodea.

“La detección e intervención tempranas son fundamentales para minimizar las consecuencias de la pérdida de audición. Es importante que una persona expuesta a factores de riesgo en su vida cotidiana consulte a un especialista lo antes posible ante síntomas como dificultad para comunicarse, zumbidos o sensación de oído tapado”, concluyó Matti.

El 28 de septiembre se celebra el Día Internacional de la Sordera, una iniciativa de la Federación Internacional de Sordos que busca visibilizar los problemas auditivos que padecen estas personas, sus leyes y la cultura sorda.

Datos de la OMS



1.- En el mundo hay 446 millones de personas con pérdida de audición discapacitante

Esto equivale aproximadamente al 5 por ciento de la población mundial. De los afectados, 35 millones son niños. La pérdida de audición discapacitante se define como: adultos (15 o más años): pérdida auditiva de más de 40 decibelios (dB) en el oído con el que mejor oye; niños (0 a 14 años): pérdida auditiva de más de 30 dB en el oído con el que mejor oye.

2.- Las infecciones crónicas del oído son una causa principal de pérdida auditiva.

La prevalencia mundial de la otitis media crónica o de las infecciones crónicas del oído varía entre el 1 y el 46 por ciento en los países desarrollados y los países en desarrollo. La otitis media crónica provoca pérdida de la audición y puede ocasionar complicaciones potencialmente mortales y defunción. Esta enfermedad es prevenible en gran medida. Se puede tratar eficazmente con medios médicos y quirúrgicos.

3.- El ruido es una importante causa evitable de pérdida auditiva. La pérdida de audición por la exposición al ruido en el trabajo es actualmente el riesgo profesional objeto de más indemnizaciones. En cuanto a las actividades recreativas, el riesgo que comporta el ruido procedente de aparatos de música y de otras fuentes de entretenimiento es cada vez mayor entre los jóvenes: se calcula que 1.100 millones de personas en todo el mundo corren el riesgo de perder audición como consecuencia del ruido excesivo al que se exponen de este modo.

4.- Los medicamentos ototóxicos pueden causar pérdida de la audición.

Algunos medicamentos como los aminoglucósidos y los antipalúdicos, pueden causar una pérdida irreversible de la audición. Esto se puede prevenir mediante el uso racional de los medicamentos y la sensibilización del personal sanitario respecto de los riesgos que entrañan.

5.- Una de cada tres personas mayores de 65 años padecen pérdida de la audición.

Si no se trata, la pérdida auditiva afecta a la comunicación y puede agravar el aislamiento social, la ansiedad, la depresión y el declive cognitivo. La pérdida de la audición debida a la edad se puede tratar eficazmente con diversos medios, especialmente audífonos.

6.- Cerca del 20 por ciento de las personas que padecen pérdida de audición pueden mejorarla con dispositivos tales como los audífonos y los implantes cocleares. Se calcula que hasta 56 millones de personas podrían mejorar su audición gracias a estos dispositivos. Sin embargo, la producción actual de audífonos, por ejemplo, satisface menos del 10 por ciento de las necesidades mundiales y del 3 por ciento en los países en desarrollo.