Recluidos tienen emprendimientos y entrenan en equipos profesionales
Cometer un delito y ser condenado a reclusión en un centro de infractores es, para algunos menores de edad, la mayor oportunidad para cumplir sus sueños. Ser grandes futbolistas, por ejemplo.
Uno de los adolescentes que actualmente está cumpliendo su condena en Centro de Infractores Cometa de Cochabamba entrena en el club futbolístico Aurora. Su talento es apoyado por los profesionales que trabajan en la reinserción social de él y otros casi 100 menores de edad que están en conflicto con la ley.
Otros adolescentes que ya egresaron de ese recinto tienen sus propios emprendimientos empresariales que forjaron gracias a los conocimientos adquiridos en Cometa.
Dentro de dos semanas aproximadamente, las personas que están en Cometa tendrán la oportunidad de formarse en nuevas áreas, como la fotografía, computación y música.
La responsable de la Unidad de Justicia Juvenil, Restauración y Apoyo Educativo del Servicio Departamental de Gestión Social (Sedeges) de Cochabamba, Malvinka Jordán, explicó que, a través de un voluntario, se gestionó un financiamiento de 30 mil dólares para el montaje de un fotoestudio, una sala de cómputo, gimnasio, entre otras áreas, dentro de Cometa.
ORIENTE
Los menores de edad recluidos en Santa Cruz pasan cursos de gastronomía, reparación de celulares, computación, belleza integral, talabartería, carpintería, tejido de telares y hamacas y agricultura. Esas actividades forman parte del proceso de rehabilitación, de acuerdo con información proporcionada por el secretario departamental de Seguridad Ciudadana de la Gobernación de Santa Cruz, Enrique Bruno.
MENTE
Pero los equipos de los centros de infractores del eje troncal de Bolivia (La Paz, Cochabamba y Santa Cruz) no solo rehabilitan a los adolescentes potenciando su talento, también los someten a terapias psicológicas.
La jefa de la Unidad de Administración, Control y Supervisión de Centros de Acogida del Servicio Departamental de Gestión Social (Sedeges) de La Paz, Victoria Alarcón, explicó que, desde que el adolescente ingresa al centro, es evaluado a nivel psicológico y social. “Dependiendo de los resultados, el equipo interdisciplinario elige el modo de intervención. En caso de que presente una valoración que refleje un nivel de riesgo alto, se implementa un proceso terapéutico psicológico, acompañado de un seguimiento social a nivel individual y familiar. Si el menor tiene una valoración que refleje un nivel de riesgo bajo o moderado, se implementan procesos de orientación psicológica o terapia grupal con acompañamiento de la trabajadora social para que apoye a nivel familiar y educativo”.
FAMILIAS
Los profesionales de los centros de reclusión también trabajan con las familias de los adolescentes, si es que las tienen.
Enrique Bruno detalló que en Santa Cruz los cuatro centros realizan dos encuentros familiares al año y, de forma permanente, los trabajadores sociales visitan a los integrantes de la familia de forma semanal.
“Los fines de semana en cada centro hay un trabajador social que hace turno y trabaja con las familias que visitan a sus hijos o hijas”.
Explicó que los profesionales trabajan “con enfoque responsabilizador, fortalecen los vínculos rotos con sus hijos, haciendo entender, a través de herramientas como habilidades sociales, que el apoyo de ellos en el proceso de reinserción de sus hijos es importante y también restaurar el daño ocasionado por las partes”.
La directora del Sedeges de Cochabamba, Casimira Rodríguez, señaló que en Cochabamba también se desarrollan encuentros con los padres de familia, aunque, en la mayoría de los casos, es complicado trabajar con ellos, debido a que están desintegradas o no hay alguna persona que quiera acoger al menor de edad infractor.
Aclaró que el centro solo abre sus puertas a las familias durante dos días a la semana.
PERSONAL
Ese trabajo es desarrollado en La Paz por 41 profesionales.
El director técnico del Sedeges de La Paz, Mario Cáceres, añadió que, además, están en proceso de contratación de “consultores en línea” para el fortalecimiento de los equipos multidisciplinarios.
En Cochabamba, el centro Cometa es atendido por una treintena de personas, entre trabajadores sociales, abogados, pedagogos, psicólogos y otros profesionales.
Terapia
“Se realizan talleres grupales para abordar a los adolescentes, según la tipología de los delitos”.
Enrique Bruno
Secretario de Seguridad ciudadana de la gobernaciÓN DE SANta cruz
DATOS PARA TOMAR EN CUENTA
Tres dificultades en la restauración
Los centros de infractores de Santa Cruz enfrentan tres dificultades en el proceso de rehabilitación de los adolescentes:
- Falta de profesionales especializados en adolescentes con responsabilidad penal.
- Falta de compromiso de la familia.
- Retardación de justicia en el caso de los adolescentes preventivos.
Se garantiza el derecho al estudio
En todos los centros de infractores del eje troncal del país se garantiza el derecho al estudio de los adolescentes recluidos.
En Santa Cruz tienen el Centro de Educación Alternativa a nivel primario y secundario dentro del reclusorio Cenvicruz.
En Cochabamba, algunos jóvenes tienen permiso para ir a estudiar y luego retornan a Cometa.