Las políticas municipales y los cuidados
18 de julio de 2020 (20:00 h.)
La prioridad de las políticas públicas, en esta sociedad del sistema capitalista, colonial y patriarcal es todo lo que tiene que ver con las mercancías y las ganancias, con el crecimiento del capital, con la preferencia por las obras de cemento, con la sobreposición de un sector de la población sobre otro, además, de la injusta distribución de la riqueza porque se da más recursos a los que más tienen. Por otro lado, en este medio se desarrollan acciones de discriminación y desvalorización de todo lo femenino frente a lo masculino. Por ello, podemos decir que especialmente ahora hay una inversión de valores, tenemos una sociedad con altos niveles de injusticia e inequidad, con inmensas desigualdades y mucho sufrimiento de la mayoría.
Algo que se ve es que las más afectadas son las mujeres pobres y los y las niñas. Entonces, si queremos superar brechas y desigualdades es urgente considerar que las diferencias entre mujeres y hombres es principalmente por la división sexual de trabajo, las mujeres tienen más horas de trabajo al día, muchas de ellas por necesidad han salido a trabajar fuera del hogar, pero sin liberarse de las tareas de la casa. También es necesario considerar que en Bolivia al menos un 30 % de hogares son dirigidos solo por mujeres, a causa precisamente de la irresponsabilidad de cumplir con los compromisos paternales.
La doble jornada de las mujeres es una situación de abuso que tiene que ser enfrentada por los gobiernos para cambiarla; de esta forma ellas tendrán mejores oportunidades y los y las pequeñas mejores condiciones vida. Pero más allá de ello, cuando hay corresponsabilidad de las tareas de cuidado y domésticas en las familias y cuando las comunidades y el Estado se comprometen y desarrollan acciones y políticas para lograrlo, se convierten en participantes activos en el cuidado y la reproducción de la vida del futuro para la patria.
En el municipio de Cochabamba ya existen acciones en esta dirección, con los centros de cuidado infantil, y con programas de atención a adultos mayores y personas con discapacidad, que han sido ampliadas y fortalecidas por la Ley Municipal 380, que da jerarquía a las acciones de cuidado.
“La Ley de Corresponsabilidad en el Trabajo de Cuidado No remunerado para la Igualdad de Oportunidades”, se aprobó el 2019 y su reglamento un tiempo después; sin embargo, la puesta en ejecución con todas las mejoras que establece, aún se encuentra en espera. Todavía hay impedimentos de tipo político, patriarcal y de diferencia de enfoques, priorizar el cuidado de la vida o las obras de infraestructura y de cemento.
Las mujeres de la sociedad civil estamos proponiendo que los centros de cuidado infantil y para adulto mayor y personas con discapacidad, no sean solo lugares donde se guarden a las personas, queremos que estos servicios sean de calidad, que tenga personal capacitado, que los edificios donde funcionan sean funcionales y bien construidos, que tengan programas adecuados de alimentación y salud y, especialmente, que se cuente con programas de desarrollo cognitivo y psico-social, para el desarrollo y crecimiento adecuado.
Finalmente, para cerrar el círculo la ley propone que a las mujeres en general y con preferencia a las más pobres y a jefas de hogar, se las capacite para acceder a un empleo digno y para que desarrollen emprendimientos que mejoren su situación económica.
Algo que se ve es que las más afectadas son las mujeres pobres y los y las niñas. Entonces, si queremos superar brechas y desigualdades es urgente considerar que las diferencias entre mujeres y hombres es principalmente por la división sexual de trabajo, las mujeres tienen más horas de trabajo al día, muchas de ellas por necesidad han salido a trabajar fuera del hogar, pero sin liberarse de las tareas de la casa. También es necesario considerar que en Bolivia al menos un 30 % de hogares son dirigidos solo por mujeres, a causa precisamente de la irresponsabilidad de cumplir con los compromisos paternales.
La doble jornada de las mujeres es una situación de abuso que tiene que ser enfrentada por los gobiernos para cambiarla; de esta forma ellas tendrán mejores oportunidades y los y las pequeñas mejores condiciones vida. Pero más allá de ello, cuando hay corresponsabilidad de las tareas de cuidado y domésticas en las familias y cuando las comunidades y el Estado se comprometen y desarrollan acciones y políticas para lograrlo, se convierten en participantes activos en el cuidado y la reproducción de la vida del futuro para la patria.
En el municipio de Cochabamba ya existen acciones en esta dirección, con los centros de cuidado infantil, y con programas de atención a adultos mayores y personas con discapacidad, que han sido ampliadas y fortalecidas por la Ley Municipal 380, que da jerarquía a las acciones de cuidado.
“La Ley de Corresponsabilidad en el Trabajo de Cuidado No remunerado para la Igualdad de Oportunidades”, se aprobó el 2019 y su reglamento un tiempo después; sin embargo, la puesta en ejecución con todas las mejoras que establece, aún se encuentra en espera. Todavía hay impedimentos de tipo político, patriarcal y de diferencia de enfoques, priorizar el cuidado de la vida o las obras de infraestructura y de cemento.
Las mujeres de la sociedad civil estamos proponiendo que los centros de cuidado infantil y para adulto mayor y personas con discapacidad, no sean solo lugares donde se guarden a las personas, queremos que estos servicios sean de calidad, que tenga personal capacitado, que los edificios donde funcionan sean funcionales y bien construidos, que tengan programas adecuados de alimentación y salud y, especialmente, que se cuente con programas de desarrollo cognitivo y psico-social, para el desarrollo y crecimiento adecuado.
Finalmente, para cerrar el círculo la ley propone que a las mujeres en general y con preferencia a las más pobres y a jefas de hogar, se las capacite para acceder a un empleo digno y para que desarrollen emprendimientos que mejoren su situación económica.
MARÍA ISABEL CAERO
Arquitecta
[email protected]