Opinión Bolivia

  • Diario Digital | sábado, 20 de abril de 2024
  • Actualizado 07:25

Políticas de investigación universitaria

Políticas de investigación universitaria
Así como en Bolivia, aún no están presentes claramente Políticas de Estado en materia de desarrollo urbano y gestión territorial. Cuando cambiamos de escala, se percibe que al interior de algunas universidades (para no pecar de generalización) no existen políticas de continuidad en proyectos e iniciativas que se generan al interior de los programas de los centros de investigación.

Con el cambio de las diversas gestiones académicas, se revocan o se dejan de lado estas iniciativas, sin darse cuenta que no solo se fragmentan las ideas o resultados académicos, sino que se anulan posibilidades de continuidad de relación interinstitucional con otras instancias a nivel local, regional, nacional e internacional. La nuevas sugerencias no siempre tienen los matices que se vinculan con la especialidad, no van de la mano del avance del mundo real o, en su caso, no tienen relación alguna con la visión o realidad urbana existente.

Los recursos humanos especializados, en el compromiso de seguir aportando al desarrollo del ámbito territorial, crean instancias de trabajo, de reflexión, de investigación, en entornos externos a las universidades, produciendo en equipos multidisciplinares la información que sirva a los tomadores de decisiones de la institucionalidad pública.

Otros espacios universitarios de alto prestigio latinoamericano y global establecen centros de reflexión para producir testimonio emergente de la investigación, que son asimilados por parte de la clase política, por la administración pública y la gestión institucional de sus ciudades, provocando espacios de debate necesarios e impulsando las políticas de desarrollo regional.

Es importante que los centros de investigación de nuestras universidades proporcionen al Estado insumos emergentes de las investigaciones académicas, como medios para deliberación técnica y política, y como producto para la optimización de la interacción. A cambio, el Estado puede retribuir económicamente aquellas investigaciones que aportan objetivamente en la solución de problemas latentes de nuestro país.

Es preciso incentivar las instancias donde se puede investigar y construir resultados, divulgar y difundir experiencias de investigación, propuestas e indicadores que proyecten iniciativas de desarrollo urbano territorial para el mejoramiento de las condiciones de vida de los habitantes.