Son muchas las parejas que quedaron separadas durante la pandemia. Las causas son múltiples y las circunstancias muy particulares en cada caso. No obstante, sea como sea, este hecho supone un desafío más añadido a la compleja situación actual de la pandemia del coronavirus, una prueba de fuego en la que ambas partes deben movilizar esfuerzos, intenciones y confianzas para lograr que el vínculo se mantenga.

Algo que ya intuían los expertos es que el confinamiento iba a suponer todo un desafío para las relaciones de pareja. No obstante, la mirada se sitúa siempre en quien comparte un mismo hogar y en los posibles problemas ocasionados por tantas horas bajo un mismo techo. Sin embargo, también está esa otra cara de la moneda: la de quienes se han visto, repentinamente, separados a causa de la pandemia.

Parejas jóvenes que aún no disponían de una casa en común, permanecen en sus domicilios distanciados de sus parejas desde que comenzó la cuarentena. También hay quien, por razones profesionales, geográficas o familiares, realizan este confinamiento a decenas de kilómetros de la persona amada.

Transitar por la cotidianidad sin la presencia física resulta algo extraño y desafinado, lo que genera sufrimiento en muchas parejas.

¿CÓMO MANEJAR LA SITUACIÓN?

Las relaciones que terminaron separadas durante la pandemia no lo han hecho por deseo propio. Las circunstancias que acompañan a cada persona son particulares y a menudo podemos estar ante realidades muy complejas.

Tenemos, por ejemplo, a los adolescentes que lidian con el distanciamiento de sus primeras parejas, sin saber cómo manejar esta situación tan     inesperada. Asimismo, están esos noviazgos separados por grandes distancias e incluso por un continente. Por otro lado, hay quienes vivían en domicilios distintos pero pasaban los fines de semana juntos.

Las relaciones afectivas son realidades muy variadas, pero por diferentes que sean las unas de las otras, el sentimiento es real y la dificultad que se vive en esta pandemia es profunda. 

Estos son algunos consejos que puedes aplicar para transitar mejor este tiempo sin que la situación perjudique tu romance.

EL AMOR NO SE DEMUESTRA PASANDO 24 HORAS JUNTOS 

La tecnología es la mejor aliada de las parejas en esta época. Los mensajes y las videollamadas son canales extraordinarios para hablar, interactuar, reír y compartir. El día se hace más liviano y permite compartir instantes de afecto y magia.

Sin embargo, hay algo más importante que estar conectados: la confianza. Ello significa que uno puede estar dos, tres o cuatro horas sin mandar un mensaje sin que nada haya cambiado.

El amor no es estar las 24 horas juntos ni todo el día en línea o conectados por Zoom o Skype. El afecto también se demuestra dejando espacios, tiempos para cada uno.

LOS COMPROMISOS FUTUROS NO ESTÁN CANCELADOS 

La distancia es dura, la falta de contacto físico duele y desconcierta cuando no está presente en una relación. Pero, la actual pandemia está suponiendo un ejercicio de feroz supervivencia para todos.

Los compromisos y planes de futuro no están cancelados. Procura hablar de esas cosas que quedan por hacer y por vivir. Planifica viajes o actividades  que puedes hacer el día de mañana. Imagina ilusiones futuras cuando el presente se hace cuesta  arriba sin tener a la persona amada junto a nosotros.

QUE NO FALTE EL ¿CÓMO ESTÁS TÚ?

Puedes hablar con tu pareja sobre lo que haces, tus preocupaciones y miedos. Sin embargo, no hay que dejar de lado nunca la reciprocidad y recordar que amar es cuidar, es preocuparse por el otro. No dejes pasar un día sin preguntarle a ese ser querido cómo está y cómo lleva la situación.

En el actual contexto, el estado de ánimo suele fluctuar bastante a lo largo del día y, si por la mañana te acompaña el entusiasmo, es posible que a media tarde llegue la angustia. Tener a tu pareja para compartir esos momentos es de gran ayuda.

UN TIEMPO PARA CONOCERSE MÁS

Vivir situaciones inesperadas permite conocer de manera más profunda a las personas. En  los momentos complicados cuando más deben quedar en evidencia los valores, afectos, intenciones y personalidad. Ahora, hay una oportunidad singular y excepcional para saber más cosas sobre nuestra pareja.

La distancia es, al fin y al cabo, un escenario que obliga a reconstruir la relación y permite generar nuevos espacios para redescubrirse, indagar en pensamientos, deseos, historia personal, metas y esperanzas. Puede ser difícil, no hay duda, el amor por vía telemática resulta frío, pero nos sigue permitiendo comunicarnos y eso es esencial. Hay que aprovecharlo.