“Los papás y maestros están mal”
“Profesora lo va a castigar nomás a mi hijito si se porta mal”, es una frase que escuchamos habitualmente en las escuelas, pero sucede porque en el hogar no hay una autoridad y no se está inculcando valores, los padres de familia pensamos que los maestros lo harán por nosotros, cuando somos los primeros educadores.
Esta autorización le da un poder al profesor y el niño tiene miedo de denunciar si hubiese sufrido algún tipo de violencia y no sabe dónde recurrir por ayuda.
El hostigamiento escolar, conocido también como bullying, es el maltrato
psicológico y físico ejercido por un maestro contra su alumno o entre estudiantes.
Las consecuencias del maltrato siempre serán negativas. El niño tiende a aislarse y su autoestima baja, además a la larga provoca dificultades en el aprendizaje e incluso, con el pasar de los años, podría desarrollar inseguridad para buscar un empleo o sienten miedo al hablar, saludar o al subir a un minibús. Temen entra al mundo porque antes ya los cohibieron.
En este tipo de casos no es el niño el que requiere
una terapia, son los maestros, los papás y mamás porque es el entorno el que está mal. El menor que ha sufrido maltrato necesitará un abordaje, pero más que terapéutico, será lúdico.
Sin embargo, es importante intentar descifrar qué provoca esa reacción en el maestro porque pueden ser problemas familiares o las condiciones en las que pasan clases, pero no se justifica la violencia de ningún tipo. Hay maestras que están a cargo de 40 o más niños y es inevitable elevar la voz, pero
eso no significa intimidar al niño. Algunos se irritan ante un espacio pequeño y con niños maleducados, en esos se debe hablar con los padres de familia para cambiar esas conductas.