Obras ilegales se camuflan en los bosques
Todas las construcciones nuevas “son ilegales”. Las obras emergen en la actualidad camufladas en medio de los bosques del Parque Nacional Tunari en jurisdicción del municipio de Cochabamba.
El subalcalde de la comuna Tunari, Calixto Vásquez, enfatiza que el avasallamiento de tierras continúa siendo “un gran problema” y una amenaza contra el área ecológica, que es el pulmón por el que respira Cochabamba.
El Parque Nacional Tunari fue creado en 1963. Sus límites se ampliaron mediante la Ley 1262 en 1991. Antes de su creación ya habían comunidades instaladas en la zona. El límite sur del Tunari es la cota 2750; desde ahí hacia el norte están prohibidas las nuevas construcciones y otras obras.
El presidente de la Federación de Entidades Empresariales Privadas de Cochabamba (FEPC), Javier Bellott, quien encabeza la institución que dio paso a la plataforma Tunari sin Fuego, lamenta que la cota 2750 no tenga un límite que se identifique
“Las autoridades del pasado y las actuales lo que deberían hacer es señalizar con mucha claridad hasta dónde llega el límite del parque”.
En semanas pasadas, el concejal cochabambino Edwin Jiménez describió que en un recorrido en busca de los mojones del lado sur del Tunari, se identificaron varios que están en medio de construcciones, incluso de unidades educativas.
El martes 3 de septiembre, se evidenció la presencia de construcciones de hasta más de dos plantas en obra gruesa, techadas y otras en etapa de revoque. En frente tienen material de construcción, como ladrillos y otros, listo para utilizar en las casas.
El Servicio Nacional de Áreas Protegidas (Sernap) está a cargo de la administración del Tunari. Vásquez expresa que esa institución es la que debe actuar en primera instancia cuando comienzan las acciones con fines de loteamiento.
“Cuando están talando árboles es el primer indicio de los asentamientos(…). Y nosotros deberíamos coadyuvar en esa tarea”
Acota que la subalcaldía actúa como denunciante de oficio.
“También hay buenos vecinos de las urbanizaciones que no están dentro del parque, pero están vigilantes (…). El Sernap, por el poco personal que tiene, difícilmente puede abarcar y cubrir las necesidades, También es un tema de apoyo del Ministerio de Medio Ambiente y Agua y otras instancias estatales”.
La autoridad informa que están latentes las pretensiones de construir una urbanización ilegal en la parte norte del Distrito 2, en un área de sesión de forestación.
En sectores como Andrada y Pacolla. Varias construcciones parecen abandonadas durante el día, en pocas se ven albañiles. Las autoridades conocen que las obras tienen avances en las noches y los fines de semana, pero argumentan la imposibilidad de contar con personal para operativos constantes en esos horarios y días.
La autoridad de la comuna Tunari asegura que visitó las zonas algunos domingos y fines de semana e hizo las advertencias respectivas. Agrega que se hacen inspecciones cada semana, se entregan notificaciones y se precintan las obras con “construcción fuera de norma”
Cuestiona que quienes son observados e incluso procesados suelen cambiar el sentido de los procesos y, defendiendo su derecho a la vivienda revierten los casos y la subalcaldía aparece como denunciada. Esto ocurre cuando ya se llega a la etapa de instruir demoliciones.
LOS LOTEADORES
No son comunarios del lugar. Tienen intermediarios. Muchos llegan de otros departamentos. Tienen un modus operandi. Desconocen a los dirigentes agrarios.
El Subalcalde de la comuna Tunari expresa que esas son las características de los loteadores o avasalladores dentro el Parque Nacional Tunari.
"Los dirigentes de estos sectores reivindican sus derechos a tener servicios básicos (…). El avasallamiento es un problema”.
Calixto Vásquez
SUBALCALDE COMUNA TUNARI"
Vásquez hace referencia a grandes propiedades de terrenos que se ofrecen fraccionados a través de mediadores u operadores
“Manejan supuestos derechos propietarios. Aquí (a la subalcaldía) nos llegan pretensiones de aprobar lotes de dos, tres hectáreas; pero, la superficie es ‘cero’, porque se ha fraccionado; y por eso no tienen colindancia, límites. Así lo adecuan y pretenden vender”.
Describe que la mayoría no son descendientes de los colonos. “Es gente que llega de interior del país. Es una población ajena a las comunidades. No es un crecimiento interno de gente que no tiene otro espacio dónde vivir”.
Por otro lado, incluso existen notas en las que gente que quiere aprovechar tierras dentro el área protegida desconoce a los representantes de las comunidades agrarias.
“Dicen que no representan los intereses (del sector). Obvio, no representan los intereses de sectores que están loteando”.
GUÍA CAUSA CONFLICTO
La aprobación mediante resolución ministerial de una guía de adecuación ambiental para el parque Tunari es también un problema en la actualidad. Esta guía, entre otros aspectos establece porcentajes permitidos en los terrenos, pero no implica avasallamiento. En todo caso, fue rechazado por la Alcaldía debido a que “no puede estar por encima” de reglamentos, leyes y la misma Constitución Política del Estado.
El Subalcalde describe que existe desinformación y que quienes viven encima de la cota 2750 creen que este documento resolverá el tema de derechos propietarios. “Pero, eso no es cierto. Y hay gente que ha empezado a construir cada vez más”.
La cota 2750
El límite sur del Parque Nacional Tunari es la cota 2750. Pero no existe una línea demarcatoria que permita distinguir el sector.
Para subsanar el conflicto de la guía, informa que se avanza en mesas de trabajo junto a autoridades de la Gobernación y de los municipios. Son encuentros mensuales, y ya se realizaron dos. Resalta que también coordinan con el Sernap la posibilidad de realizar más controles nocturnos y en los días en los que más avanzan las construcciones ilegales dentro del parque.