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  • Diario Digital | jueves, 28 de marzo de 2024
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La normalidad antes de la pandemia de COVID-19 en Latinoamérica mataba más que el virus

Un manifiesto, con nodos en Argentina, Colombia, Centroamérica y Colombia, busca recuperarse de la crisis, eliminando la violencia estructural.

Una mujer descansa después de barrer su casa en un barrio marginal al oriente de Tegucigalpa.     FUENTE: EFE
Una mujer descansa después de barrer su casa en un barrio marginal al oriente de Tegucigalpa.     FUENTE: EFE
La normalidad antes de la pandemia de COVID-19 en Latinoamérica mataba más que el virus

La perversidad de la normalidad previa a la crisis por la COVID-19 de alguna manera "mataba más que el propio virus" en países latinoamericanos pobres como Honduras, dijo ayer a EFE el coordinador de paz del Instituto Universitario en Democracia, Paz y Seguridad (Iudpas), Esteban Ramos.

En declaraciones a EFE en Tegucigalpa, vía Zoom, Ramos subrayó que desde hace una semana y media el Consejo Latinoamericano de Investigación para la Paz (CLAIP) promueve el "Manifiesto por una nueva normalidad" como parte de la campaña "Una nueva normalidad es posible (y necesaria)".

Agregó que la campaña pretende "propiciar el desarrollo de un movimiento global de raíz latinoamericana orientado a la construcción participativa de otro mundo posible".

En apoyo a la campaña más de 300 investigadores, organizaciones sociales, populares, grupos de investigación y universidades de América Latina han firmado el manifiesto y se han adherido a la iniciativa, que se articula en cuatro nodos: Argentina, Brasil, Centroamérica y Colombia.

Entre los que se han adherido al manifiesto figuran el maestro Boaventura de Sousa y organizaciones de distintas partes del mundo como el Congreso de los Pueblos de Colombia, el Congreso Democrático de los Pueblos de Turquía o el Madesh Foundation de Nepal.

UN CASO PARADIGMÁTICO El coordinador del Iudpas, que depende de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH), indicó que las políticas públicas privatizadoras, las orientadas a la maximización de los beneficios, que generalmente se han venido aplicando en los últimos años, eran todas ellas contribuyentes a la generación de la pauperización popular.

Además, esas políticas públicas han contribuido a la inequidad general del conjunto de la población, beneficiando básicamente a muy pocas personas, en perjuicio de la población en general.

"En ese sentido, Honduras, por ejemplo, es un caso paradigmático. Los datos de pobreza indican claramente que la situación es crítica. Y no es crítica ahora, es crítica desde 1992, cuando el Instituto Nacional de Estadísticas (INE) comienza a presentar estadísticas públicas en torno al porcentaje de población que vive bajo el umbral de la pobreza", subrayó Ramos.

Hace 25 años, recordó Ramos, coordinador general y responsable del Nodo Centroamérica, el INE señalaba que el 65.7% de la población hondureña vivía bajo el índice de la pobreza y resulta que "en la actualidad, en 2016, en la última cifra a la que tenemos acceso del INE, nos damos cuenta de que el porcentaje de población que vive bajo el umbral de la pobreza continúa siendo del 65.7%".

"Estamos haciendo un llamamiento para juntarnos a nivel de América Latina -señaló el académico Ramos-, para pensar otra posible normalidad", como a la que pretende regresar Honduras con una "reactivación económica inteligente", de manera gradual, a partir del 8 de junio, a casi tres meses de un confinamiento obligado por la COVID-19.

En opinión del titular del área de paz del Iudpas, no se puede volver a la misma normalidad previa al estallido de la pandemia, porque "la normalidad es parte de la enfermedad que vivimos social, política y económicamente los latinoamericanos".

"Estamos muy contentos con el desarrollo del manifiesto porque ha sido ya suscrito por más de 300 académicos y organizaciones de la sociedad civil" de la región, recalcó.

El CLAIP tiene un enlace, a través de la web oficial de la campaña (http://unanuevanormalidad.org), que permite que cualquier persona pueda adherirse al manifiesto, que en menos de dos semanas ya suma más de 2.500 firmas.

El manifiesto, indicó Ramos, está expresando de manera pertinente y en algún momento adecuado, la urgencia y necesidad de transformar las realidades sociales que se tejen entre todos en América Latina.

"En ese sentido, tenemos algo que decir y sobre todo algo que hacer para transformar la situación que vivimos. El manifiesto es un elemento que nos puede aglutinar, que nos puede articular a academias, organizaciones sociales y a la población en general en torno a la construcción, junta, colectiva, de un nuevo proyecto, de una nueva normalidad", enfatizó.