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  • Diario Digital | viernes, 19 de abril de 2024
  • Actualizado 10:58

Mayores de 60 años y obesos, entre los de mayor riesgo de recaer

En el coronavirus aún nada está dicho científicamente, pero las experiencias demuestran que el cuerpo envejecido con el tiempo o los que tienen males de base corren peligro.

Imagen referencial de personal de salud mientras realizan revisiones médicas en el asilo San José. DICO SOLÍS
Personal de salud revisa a una adulta mayores en el asilo San José. DICO SOLÍS
Mayores de 60 años y obesos, entre los de mayor riesgo de recaer

La inmunidad no llega tras vencer el virus. La ciencia aún no descubre el comportamiento del  coronavirus SAR-CoV-2 a casi cinco meses de estar presente en Bolivia. Personas que se contagiaron salieron de la enfermedad, pero eso no es garantía de que no volverán a caer.

La muerte del secretario de Salud de la Gobernación de Santa Cruz, Óscar Urenda, confirmó que nada está dicho y que los estudios científicos aún no dan respuesta a un sinfín de preguntas, una de ellas ¿son inmunes al coronavirus las personas que ya tuvieron COVID-19?.

El funcionario contagiado con el virus fue medicado hasta recibir el alta médico. A los tres días fue al departamento del Beni, que atravesaba una grave crisis sanitaria y su curva de infectados y muertos era ascendente.

Luego de regresar a Santa Cruz, Urenda volvió a sentir síntomas y nuevamente fue internado por 46 días para finalmente fallecer el 24 de julio pasado. 

El presidente de la Sociedad Boliviana de Medicina Crítica y Terapia Intensiva, Adrián Ávila, aseguró que nada está claro sobre si aquellos que ya están infectados con el virus son inmunes a cualquier reinfección ni el tiempo que duraría cualquier tipo de inmunidad, si es que hubiera. “Ni siquiera el tratamiento está definido, si fuera así ya no tendríamos contagiados”.

Pero lo que Adrián Ávila tiene claro es que existe un grupo vulnerable que debe mantener extremo cuidado en todo momento. Se trata de las personas mayores de 60 años y quienes tienen enfermedades de base.

“Esos dos grupos deben extremar cuidados, más si han salido del contagio y escuchar todas las recomendaciones”.

Sobre los motivos del fallecimiento de Óscar Urenda dice desconocer qué es lo que pasó.  “En algunos casos puede haber pacientes cuya salud se complica nuevamente. Queda claro que tienen mayor probabilidad de reinfectarse los mayores de 60 años y los que tenían o tienen alguna enfermedad de base como los hipertensos, cardiópatas, pacientes con patologías renales, cáncer, incluso los obesos.

¿QUÉ HACER?

Estos dos grupos vulnerables (con enfermedades de base y los mayores de 60) se deben cuidar y tomar con más cuidado las recomendaciones.   

Ávila recomienda  clasificar a las personas en dos grupos: Entre el 80 y 85% que no necesitará mucha atención médica, y el 15% que sí sentirán los efectos.

El 85% de infectados va a padecer la pandemia como un resfrío común y en el que las autodefensas y anticuerpos actuarán como guerreros –se llama sistema inmune innato– es decir, es la defensa con el que se nace una persona capaz de superar muchas enfermedades.

Este 85% de la población se quedará en fase 1 de la enfermedad y pasará como un resfrío común. “Es tanto pensar que tomándose cualquier sustancia las personas se van a proteger, les da una falsa seguridad. Dentro de este 85% que supera a la enfermedad están niños y personas menores de 60 años.

Entonces el 85% superará la enfermedad y puede ser hasta asintomático. Si el porcentaje de jóvenes que sale a las calles se contagia, contagiarán a sus familiares mayores. Lo que se debe hacer es cuidarse el 85%, lavándose las manos, colocándose barbijo, usar alcohol en gel, distanciamiento social de 2 a 3 metros reducirá los contagios que es la única manera que está comprobada para disminuir la incidencia.

En el otro lado de riesgo están las personas que tienen más allá de 60 años con el cuerpo envejecido, sin las mismas defensas que un joven y con sistema inmune afectado por el tiempo. “El resfrío para una persona mayor se puede complicar, en cambio el resfrío para un joven es más tratable debido a sus defensas e incluso su nutrición”.

CUIDADOS POSTERIORES Un niño, joven o persona sana (85%) pasarán la enfermedad en unos 7 a 10 días. Para este grupo, la Organización Mundial de la Salud, OMS, ha recomendado ya no practicar las pruebas PCR porque entiende que ha superado la fase y hasta puede retornar al trabajo (si es el caso) siempre y cuando se tomen las medidas de seguridad porque aún hay en las calles y centros laborales personas infectadas. De todas formas se aconseja cuidarse y no exponerse. “Deben continuar usando barbijo, distanciamiento físico y lavarse las manos. Nadie sabe quién está infectado porque las personas no caminan con un letrero que diga: Soy paciente  COVID”.

CASO URENDA El presidente de la Sociedad Latinoamericana de Medicina Interna, Carlos Ibáñez, explicó que con el fallecimiento del doctor Urenda pudo ocurrir dos situaciones. La primera es que la prueba COVID-19 que se le hizo pudo dar un resultado falso negativo y por eso se lo consideró curado y tuvo el alta médico. “Creo que lo que ha sucedido con (Urenda) hay que tenerlo muy en cuenta en el tema médico y clínico y establecer que por ejemplo evidentemente es probable que él haya tenido una prueba falsa, errónea al principio”, contó en una entrevista con radio Panamericana reflejada por el periódico OPINIÓN.

La otra explicación es que recayó y la virulencia fue más fuerte que la primera vez que contrajo la COVID-19.

Según el especialista, cuando una persona es asintomática o muy leve, su sistema inmunológico enfrenta y neutraliza rápidamente al virus, pero lo malo es que no genera la cantidad de anticuerpos suficientes para que vuelva a superar al virus en caso de que se enferme nuevamente.

“Su sangre, su plasma (de los asintomáticos) no va servir para transfundir a los que están con una enfermedad grave, porque no tienen la calidad suficiente de anticuerpos para neutralizar el ataque que está recibiendo un enfermo grave”, precisó.

Ibáñez recordó que cuando Urenda se recuperó, casi de forma inmediata viajó a Beni, que en ese entonces era el departamento más golpeado con la pandemia y prácticamente era el foco de infección. “Es probable que ahí haya tenido un nuevo contacto con el virus y, dependiendo de la carga viral a la que estuvo expuesto, haya ingresado a su organismo y ha sido devastador para él”.

Finalmente, el presidente de la Sociedad Latinoamericana de Medicina Interna recomendó a la población que superó al coronavirus, continuar cumpliendo las normas básicas de bioseguridad, porque el hecho de haber vencido a la pandemia en una primera instancia, no significa que no vuelva a contraer el virus.

INTERNACIONAL La literatura médica mundial también se refiere a la posibilidad de recaer en la enfermedad. “Actualmente es imposible saber a partir de una prueba de anticuerpos si alguien es inmune al coronavirus”, explicó Celine Gounder, epidemióloga y profesora asistente clínica en la Universidad de Nueva York.

“Todo lo que puedes decir de una prueba de anticuerpos es que alguien ha estado expuesto”, dijo Gounder a CNN. “Realmente no se puede decir nada sobre la inmunidad”.

En abril, la Organización Mundial de la Salud advirtió contra la creación de pasaportes de inmunidad sugeridos por algunos gobiernos, señalando que “ningún estudio ha evaluado si la presencia de anticuerpos contra el SARS-CoV-2 confiere inmunidad a la infección posterior por este virus en humanos”.

Aubree Gordon, profesor asociado de epidemiología en la Universidad de Michigan, le dijo a CNN sobre el tema: “Sí, la gran mayoría de las personas que han tenido covid-19 desarrolla una respuesta de anticuerpos”, dijo Gordon. “Sin embargo, aunque la comunidad científica es generalmente optimista, no sabemos si las personas que han sido infectadas y recuperadas son generalmente ‘inmunes’ a la infección o si pueden reinfectarse”.

Durante una sesión informativa a fines de abril, la Sociedad de Enfermedades Infecciosas de Estados Unidos advirtió que las personas previamente infectadas no deben asumir que tienen inmunidad contra el virus.