La violencia en Cochabamba no cesa. Ayer a las dos de la tarde, otra mujer fue encontrada sin vida, con signos de un brutal ataque físico y sexual, y abandonada en un sendero del cruce a Larati y Chocaya, en Sacaba.

Hasta anoche, la víctima no había sido identificada. Tenía unos 30 años y estaba vestida con una pollera guinda, una blusa lila, una camisola blanca y enaguas blancas. El director de la Fuerza Especial de Lucha Contra la Violencia de Cochabamba, coronel Alejandro Pozo, informó que la mujer tenía una cicatriz de cesárea, por lo que se presume que fue madre.

Los restos de la infortunada mujer fueron trasladados a la morgue del hospital Viedma, donde le practicaron la autopsia. La médico forense María Luisa Calle certificó que la víctima había sido asesinada tres días antes de su hallazgo y que fue golpeada con algún objeto contundente que le causó un traumatismo craneal severo, dos fracturas y un hematoma en el cerebro. Su rostro estaba ensangrentado por los golpes recibidos y también tenía la mandíbula fracturada.

La víctima fue vejada sexualmente y luchó por evitar la agresión sexual, pues tenía excoriaciones en los muslos. Tomaron muestras de sus uñas y otras partes del cuerpo que podrían ayudar a identificar a su atacante más adelante.

Hasta la fecha, de enero al 14 de octubre de 2015, en Cochabamba 25 mujeres han sido asesinadas por la violencia machista, sin contar los casos de las hermanas Adriázola, cuyo móvil aún se investiga. Hasta el momento, no existen políticas de prevención, ni de educación que disminuyan estos índices.